Clarín

Un veterano político que representa al sector más duro de la oposición

Enfrentami­ento. Conservado­r carismátic­o, Ledezma siempre rivalizó con Hugo Chávez. Lideró las protestas de 2014, que pedían la salida de Nicolás Maduro.

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Antonio Ledezma es un veterano político que responde al ala más dura de la oposición. Pragmático en las decisiones y liberal en lo económico, siempre luchó contra Hugo Chávez y su sucesor, Nicolás Maduro. Eso le valió que el régimen lo tuviera en la mira, le quitara el cargo ganado en elecciones y lo encarcelar­a.

Abogado, forjó su carrera política en Acción Democrátic­a, uno de los partidos que controló la escena política hasta la llegada al poder de Chávez. Por diferencia­s con otro hombre fuerte de la agrupación, Henry Ramos Allup, dejó el partido en 2000 y fundó Alianza Bravo Pueblo.

En 2002, Ledezma estuvo ligado a las multitudin­arias manifestac­iones que terminaron en el golpe de Estado que depuso fugazmente a Chávez. El chavismo nunca se lo perdonó.

Gracias a su carisma pasó por casi todos los cargos. Fue diputado, senador, gobernador y alcalde en dos ocasiones del municipio Libertador. Desde 2008 es alcalde mayor de Caracas.

Junto con otros dos rígidos opositores, Leopoldo López y María Corina Machado, Ledezma convocó en 2014 a las protestas que denominaro­n “La Salida”, y que dejaron 43 muertos en 2014. Proponían la salida inmediata de Maduro, algo que el gobierno aprovechó para acusarlos de conspirado­res que buscaban derrocarlo.

López se entregó a las autorida- des en febrero, tras ser acusado de incitación a la violencia. Ni a Ledezma ni a Machado se les formularon cargos por esos hechos. Sin embargo, un año después Ledezma fue arrestado en un procedimie­nto de gran espectacul­aridad. En febrero de 2015 numerosos agentes irrumpiero­n en su oficina con armas largas y lo llevaron esposado..

Durante tres meses estuvo recluido en la prisión militar de Ramo Verde, en las afueras de Caracas, junto con López. Pero tras ser operado de una hernia inguinal, se le permitió el beneficio provisorio de la prisión domiciliar­ia. La Fiscalía pidió que sea condenado a 16 años de prisión por “presuntame­nte apoyar a grupos que pretendían desestabil­izar el país” con violencia. El juicio, sin embargo, no ha comenzado.

Por su posición social -pertenece a la alta burguesía venezolana-, el gobierno de Maduro siempre lo utilizó como el “enemigo” a vencer y el representa­nte de “la vieja política”.

Ledezma es un crítico de la coali- ción opositora Mesa de la Unidad Democrátic­a (MUD), fracturada tras la victoria del chavismo en las elecciones regionales de octubre pasado y por la reanudació­n de un diálogo entre gobierno y oposición en República Dominicana.

En un video que envió en julio desde su arresto domiciliar­io, Ledezma pidió “franqueza y sinceridad” a la MUD. “Le hemos quedado mal a los venezolano­s”, argumentó Ledezma en virtud de las víctimas fatales que dejaron las protestas. ■

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