Desánimo y críticas a la política entre los chilenos ante el voto de mañana
Cambio. Eligen a un nuevo presidente. El centroderechista Sebastián Piñera, favorito. Bajo entusiasmo y muchas dudas.
El sol golpea con fuerza en las calles de Santiago de Chile. Ya lo advertían desde temprano los noticieros de la televisión que recomendaban usar protector solar. Los 11 grados con los que amaneció la ciudad en pocas horas se convirtieron en más de 25 y antes del mediodía los puestos que venden jugos de naranja, piña o kiwi en la Alameda Bernardo O’Higgins ya tenían su público.
Luego de una campaña más bien apática, con poca propaganda política y una nueva ley electoral que restringió mucho los gastos para los candidatos y que hizo que el voto deje de ser obligatorio, entre esa gente no se percibe un clima preelectoral muy encendido. Este domingo, poco más de 14 millones de chilenos elegirán presidente, diputados y senadores. Y, aunque los sondeos prevén una amplia ventaja del opositor Sebastián Piñera, no parece haber expectativas de cambio entre la gente de a pie.
“Yo no voy a votar, no tiene sentido. Siempre es el mismo teatro. Te prometen tantas cosas... después no cumplen. Yo estoy aburrida. Siempre he votado, pero no quiero más sinvergüenzas en el gobierno”, se indigna Techi, un ama de casa de 48 años, mientras compra cerezas y bananas en un puesto de un mercado muy cer- cano a la Universidad de Chile, en pleno centro.
El joven que vende la fruta se suma al diálogo con esta enviada. “Es así, todos los políticos son lo mismo, prometen y no cumplen. Toda la gente está desilusionada con la política en este país”, dice.
Estas opiniones ilustran lo que marcan las estadísticas, que prevén una abstención cercana al 60% para este domingo. Los que sí quieren votar dividen opiniones. Aunque el reclamo por mejores oportunidades de trabajo, por un mayor acceso a la salud de calidad y a la educación se repite en votantes de todos los signos políticos.
Alberto maneja un taxi hace más de dos décadas y está acostumbrado a lidiar con el tránsito siempre pesado de esta capital. El domingo también votará al ex presidente, que gobernó desde 2010 a 2014, Piñera. “En estos últimos años, durante el gobierno de Michelle Bachelet, he tenido muy poco trabajo. En el gobierno de Piñera estábamos mejor, había más trabajo. Yo creo que él va a hacer las cosas mejor para el país”, dice a Clarín.
En el puesto donde venden gorros coloridos y medias de lana y de alpaca, en pleno centro, Luisa Marcos tiene pegada una pequeña foto de este candidato. “Es de cuando ganó la presidencia la primera vez”, cuenta a esta enviada. Luisa tiene más de 50 años y desde hace 20 tiene su puesto en esa feria. “Piñera dejó el país en alza cuando se fue. El hizo mucho por el país. Y como es uno de los millonarios del país, no necesita robar”, argumenta. “El va a hacer mucho, como cortar con la delincuencia”, se esperanza.
Justamente, Piñera ha logrado hacerse eco de los reclamos que parecen prioritarios para la gran mayoría de los votantes: “la delincuencia, el crecimiento económico y las posibilidades de empleo”, explica a Clarín el analista Ricardo González, del Centro de Estudios Públicos.
A pocos metros del puesto de Luisa Marcos, en la modesta cafetería Julieta, donde se ofrecen promociones de sándwiches de churrasco y un jugo a 1.600 pesos chilenos (unos 2,6 dólares), César Muñoz, vendedor de una farmacia, termina de tomar un té y un yogur, en una de las dos mesas que el local tiene en la vereda. Su voto será para la periodista Beatriz Sánchez, líder de la coalición de izquierda Frente Amplio. Era casi una desconocida en el mundo político hasta hace pocos meses. Ahora va tercera en intenciones de voto, con cerca del 15%, detrás de Piñera (con un 48%) y del oficialista Alejandro Guillier, que cuenta con un 26% de apoyo, según las últimas encuestas.
“Creo que ella va a hacer las reformas que necesitamos, como terminar con el lucro en la educación, mejorar la atención en los hospitales y generar mejores salarios”, dice. ■