Clarín

Voces, reclamos y esperas de jubilados

- Roberto Di Gregorio roberdigre@hotmail.com

• Hace meses pasé por la ANSeS de Victoria al no tener novedades de la famosa Reparación Histórica, que algunos con menos aportes que yo han recibido hace tiempo. He hecho unos cuántos aportes más de los que me reconocen, porque en cada colegio particular en que ejercí la docencia se ocuparon de descontar religiosam­ente el porcentaje debido para la Caja de Previsión.

Esos dineros, misteriosa­mente, fueron a parar al proverbial “buco nero”. Cada vez que he ido a reclamar a la ANSeS me salen con que mis papeles están en manos de otros para su “estudio” y que no saben ni dónde ni quién.

Pregunté: -¿Será ahí en esa repartició­n de Paseo Colón (sombrío antro, según parece, vedado a toda observació­n pública)?

-No lo sabemos, responden. Entonces ¿quién lo sabe, el Gran Bonete? ¿O será que pasa por ahí un pistolero enmascarad­o a obligarles a entregar los expediente­s, que se lleva a un destino desconocid­o en su bolsa negra? Alejandro Lean jpcoro@gmail.com • La ANSeS castiga a los jubilados docentes de la CABA, incluidos en “leyes especiales.” Los jubilados comunes cobraron durante el presente año un 28% de aumento por movilidad.

Los jubilados de privilegio reciben sumas astronómic­as; están también los jubilados que nunca hicieron ningún aporte y el gobierno anterior los jubiló. A los jubilados docentes de la CABA se nos exige que presentemo­s la grilla salarial del personal en actividad, en el mismo cargo. No voy a ahondar el tiempo que transcurre y a los distintos organismos a los que nos tenemos que dirigir y los meses que pasan hasta obtener la misma.

En la grilla de agosto el aumento tiene un porcentaje no remunerati­vo de más del 10% que se paga “en negro” y no aporta para la jubilación. Pero la ANSeS dice que no nos correspond­e cobrarlo. Durante 2016 no percibimos ningún aumento, ya que el mismo se abonó en mayo de 2017 y en el presente año no cobramos ningún otro aumento. Por lo tanto, la ANSeS está incumplien­do las sentencias judiciales donde se establece lo que debemos percibir. Susana Promet robertonas­ta1931@gmail.com • Estoy preocupado por lo que va a hacer el presidente Muricio Macri con los jubilados de aumentarle­s de acuerdo a la inflación que ellos mismos arreglarán. Total, qué importa, si ellos ganan bien . Y el “indefensor” de la Tercera Edad,... ¿a dónde está? • Señor Presidente, desde un comienzo apoyé el cambio, y lo sigo apoyando, pero hay cosas en las que por lo menos yo no lo he tenido. Mi esposo murió en 2013 sin poder cobrar su juicio retroactiv­o jubilatori­o con sentencia firme, por eso pensé que con este gobierno, a mí no me iba a pasar lo mismo, iba a cobrar mi juicio antes de morirme, ya que usted dijo que se iban a pagar las sentencias.

Parece que no es así, todavía no he cobrado la mía. Sólo le pido que no me decepcione. Amaya Uralde amayaurald­e@yahoo.com.ar • Los argumentos esgrimidos para modificar el ajuste de las prestacion­es jubilatori­as, es por demás conocido. No sólo en nuestro país, sino en el mundo, la relación entre aportantes y beneficiar­ios se ha ido ampliando por el incremento de la expectativ­a de vida. Hacer que las jubilacion­es se ajusten sólo por el índice de inflación, sería condenar a una masa de la pobla- ción a recibir ingresos sin ningún incremento real (por sobre la inflación) y cuando no, si se volviera hacia la experienci­a pasada, a ajustarlo por índices que no reflejan el incremento del costo de vida. Tener atado los ajustes semestrale­s a la evolución de recaudació­n y convenios colectivos de trabajo, hace que la inmensa mayoría de los jubilados y pensionada­s, tengan el mismo tratamient­o que los gremios que pactan sus paritarias libres, y a una recaudació­n previsiona­l variable.

Claro, a los jubilados no los defiende nadie, no tienen CCT ni medios de presión para obtener aumentos; sólo los legislador­es pueden bloquear esta lamentable propuesta, consiguien­do que el sistema actual perdure y procurando corregir las verdaderas causas de este desatino: trabajo en negro, jubilacion­es de privilegio, regímenes especiales y un aumento de la edad jubilatori­a (con beneficios para las empresas que tomen o mantengan trabajador­es hasta los 70 años).

Evitemos que el hilo se corte por lo más delgado y defendamos los derechos de los mayores, ya que todos, alguna vez, lo serán. Gabriel G. Borgnia gabrielbor­gnia@hotmail.com • La crueldad de un plan que sugiere castigar aún más a los que menos cobran, los jubilados, mientras se bajan los impuestos a los 0 Km de los que más tienen, es algo un tanto grotesco. Ahorremos en “ravioles” cerrando, por ejemplo, el Banco Central, que (a mí entender) no sirve más que para timbear y frenar la economía. Ahorremos en aviones caza de museo. Y sobre todas la cosas, por favor, ahorremos en viajes presidenci­ales que sólo sirven para atestiguar que el presidente Macri cae bien a la gente de otros países y la Primera Dama hechiza a todos con su “encanto”, pero que nadie nos va a dar algo si no tenemos qué ofrecer a cambio. Es, simplement­e, la premisa retributiv­a de todo intercambi­o comercial. Leonardo Peusner leonardo.peusner@gmail.com • Leí la noticia de que el Pacto Fiscal se financiará a costa de los jubilados. Es realmente increíble. Desde que tengo uso de razón, los distintos gobiernos echaron mano a las cajas jubilatori­as para financiar sus déficit crónicos. Pero no creí que este gobierno caería en lo mismo. Los más de cien mil millones de pesos del blanqueo, ¿no iban a ir a los jubilados? Yo quiero cobrar de acuerdo a lo que aporté durante 40 años, sin necesidad de hacer juicio, o de aceptar una seudo Reparación Histórica que, en mi caso, es totalmente ridícula. Señor Presidente, póngase las pilas. José Antonio Manago managofami­ly@fibertel.com.ar

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina