Un periodista de la TV Globo, el único que puede hacerle sombra a Lula
Luciano Huck tiene 46 años y 18 de conductor. Pese a no ser candidato, su imagen supera a la del ex presidente.
Luciano Huck tiene 46 años y es conductor en la emisora de TV Globo desde hace 18 años. Ahora su vida puede cambiar de un modo radical: es que las encuestadoras ya lo incluyen como candidato en las presidenciales brasileñas de 2018. En un comienzo, el periodista tenía 5% de las intenciones de voto. Pero eso ya empezó a cambiar. Una encuesta de la consultora Ipsos, publicada por el diario Estado de Sao Paulo en su edición de este jueves, afirma que es el personaje mejor evaluado por sus conciudadanos. De acuerdo con esa consulta, 60% aprueba su actuación pública y tan sólo 32% lo rechaza. En el caso del ex presidente Lula da Silva, 42% está de acuerdo con él; pero 56% le da una nota negativa.
Claro que esta pesquisa, realizada a pedido del diario “Estadao” –como lo llaman popularmente los brasileños—no es un indicativo de que efectivamente lo vaya a votar una porción significativa del electorado. Como afirma Ipsos su investigación se basa exclusivamente en la presentación de una frase al encuestado: “Ahora le voy a leer el nombre de algunos políticos. Y me gustaría saber si usted aprueba o desaprueba la manera en que ellos vienen actuando en el país”. El conductor televisivo no admite su eventual incursión en la vida político-electoral. “Vamos a ser claros: no me estoy lanzando a nada. Continúo creyendo que, desde donde estoy, afuera del día a día de la política, mi contribución puede ser más efectiva y relevante” escribió en su página de Facebook a mediados de octubre.
Sin embargo, hay muchas señales que marcan la intención del periodista de incursionar en la vida política de su país. Por de pronto, tuvo varias reuniones con partidos políticos, especialmente con el conservador Demócratas (DEM) y el centroderechista Partido Popular Socialista (PPS, que derivó del ex partido Comunista pro soviético). Ambas organizaciones no esconden su interés de albergar a “tamaña personalidad”, que de por sí podría acarrear muchos votos para las agrupaciones.
Tanto es así que uno de los precandidatos por el PPS, Cristovam Buarque (ex PT) salió a cuestionar, en forma pública, la “desesperación” de estos núcleos partidarios por conquistar a un “precandidato que aún no es tal”. Como sea, Huck tiene una performance mejor que aquellas personalidades que proceden del mundillo político.
Supera en aprobación a Jair Bolsonaro –segundo en las encuestas de intención de voto, detrás de Lula--; Marina Silva, que va tercera; Geraldo Alckmin y Joao Doria, ambos con bajo nivel de aceptación y pocas intenciones de voto: no superan 8%. Según el diario paulista, el director de Ipsos, Danilo Cersosimo, no se sorprendió con los resultados positivos del periodista. “Ese salto hacia arriba tiene que ver con el hecho de que su nombre comenzó a aparecer entre los candidatos. Él también dio indicios de querer competir. El interrogante es si toda esa aprobación (60%) se convertirá en votos”. De acuerdo con ese consultor, “la simpatía que la población tiene por Huck no es muy diferente del que concitan otras celebridades televisivas”.
Añadió que la ventaja que tendría el periodista “es que su imagen no está desgastada por el embate de la política. De todos modos habría que ver como se desempeñaría por ejemplo en un debate”.
Ipsos mostró otro dato: entre los presidenciables, Lula es el segundo en nivel de aprobación. Supera ampliamente a Bolsonaro, Marina, Doria y Alckmin. Al saber de la encuesta publicada por Estado, Lula declaró a una emisora radial: “Me encantará disputar la elección con alguien que lleva el logotipo de Globo en la cabeza”. Para el ex presidente, no existen las llamadas “candidaturas outsiders”. Sostuvo que esa clase de postulante “no tiene chances. Quiero ver lo que va a proponer para Brasil. No es posible encontrar alguien por fuera de los partidos políticos que pueda salvar al país”.
Uno de los precandidatos que mejor se perfilaban para la compulsa del año próximo ha perdido terreno los últimos meses. Se trata del intendente de San Pablo Joao Doria, del Partido Socialdemócrata de Brasil (PSDB). Su nivel de rechazo subió, el último mes, de 56 a 63%. Y el gobernador paulista Alckmin, del mismo partido, no logra sumar puntos: hoy está en apenas 24% de aprobación. ■