Sánchez imaginó y financió un proyecto al estilo NBA para su Bahía
La obra será anunciada el martes. En sus departamentos podrán vivir 100 jóvenes basquetbolistas.
Respetar un proyecto deportivo en Argentina es algo a lo que no se está acostumbrado. Pero, como siempre, hay excepciones. Una de ellas es la de Bahía, el club de la Liga Nacional de basquetbol que surgió como un proyecto personal del ex base jugador de la Selección argentina, Juan Ignacio Pepe Sánchez, para potenciar y poner en el primer plano nacional e inter- nacional a su Bahía Blanca natal y que se materializó en 2010 luego de llegar a un acuerdo con la otra institución que representaba a la ciudad en la Liga: Estudiantes.
Entre sus ideas primarias estuvo la de mejorar las comodidades para los jugadores pensando más allá de lo que se había hecho alguna vez en el basquetbol argentino y creando una estructura profesional para poder armar un equipo íntegramente constituido por jugadores de las bases del club, formados y desarrollados, quitándoles importancia a los resultados inmediatos, apoyándose en la formación y creando una identidad que no suele verse en estas tierras. Una identidad, además, con supremacia de bahienses que se identifiquen con la ciudad para que la ciudad también se identifique con ellos.
Hoy ese sueño de Sánchez está cerca de hacerse realidad. ¿Como? Bahía hará oficial el martes la construcción del Centro de Entrenamiento más ambicioso y sofisticado de Latinoamérica, equiparable con el que tienen los mejores clubes de Europa (como, por ejemplo, Real Madrid) y que tendrá un nivel propio de la NBA; todo gracias al aporte del mismo Sánchez, que aportó la mayor parte del dinero para el proyecto. La obra también será apoyada por una compañía química internacional que le dará además su nombre al estadio.
El Centro,, que se ubicará en las cer- canias del aeropuerto de Bahía Blanca, contará con tres canchas de entrenamiento que luego se transformarán en un estadio para 4 mil personas, donde Bahía hará de local a partir de la temporada 2018/19 de la Liga.
Si bien no será uno de los escenarios más grandes del país (el Orfeo de Córdoba o el Islas Malvinas de Mar del Plata superan los 8.500 espectadores, por ejemplo) tendrá todas las comodidades de un estadio de elite.
Además contará con un complejo de departamentos que tendrá una capacidad para 100 chicos abriéndoles la puerta a todos aquellos jugadores reclutados que no sean de Bahía Blanca para poder formar parte de las bases del club. También habrá lugar para que unos 200 basquetbolistas latinoamericanos se capaciten y nutran de la NBA, la liga que le dio su visto bueno a Sánchez (jugó con intermitencias 38 partidos con las camisetas de Philadelphia (24), Atlanta (5) y Detroit (9) entre 2000 y 2003) con el proyecto.
El edificio tendrá un comedor para los huéspedes, un centro de creatividad, un gimnasio y un departamento con lo más avanzado en la ciencias del deporte.
Lo que Sánchez buscará con el revolucionario lugar es elaborar una estrategia de entrenamiento personalizado a la medida de cada jugador, otorgándole una mayor eficiencia a lo que se viene haciendo y dando un salto de calidad en la formación de los basquetbolistas ofreciéndoles las herramientas para su desarrollo completo.
El proyecto de Bahía y de Sánchez puede ser un antes y un después en la historia, no sólo de la Liga Nacional sino también del basquetbol argentino que ganará en una mayor jerarquía y profesionalismo. ■