El default con el Club de París impidió reparar el submarino
Argentina defaulteó en 2001 no sólo a tenedores de bonos ( mercado) sino también a los Tesoros de los países desarrollados ( Club de París). En el caso de estos últimos, sus ministerios de Economía -vía agencias estatales de exportación- brindan avales y pólizas de seguro que destraban créditos a países como la Argentina. ¿El motivo? Que economías menos desarrolladas accedan a financiamiento para comprar materiales rodantes como trenes, subtes o hasta un submarino y que necesitan garantías de más envergadura dados los montos y plazos de inversión.
Thyssen-Krupp vendió a Argentina un submarino del tipo TR 1700, construido en la antigua planta Nordseewerken de Emden y entregado en 1985. Hermes, la agencia alemana de seguro de crédito a la exportación/inversión, salió de garante a favor de Argentina para el financiamiento que le permitió cerrar la operación con Thyssen- Krupp y así hacerse de los submarinos.
Pero en 2002 sobrevino el default y Argentina dejó de honrar sus deudas no sólo con el mercado. También con los países, lo que mereció la crítica de un grupo de economistas que señaló que era un error dejar de pagarle a los gobiernos, entre otros motivos, porque el monto no era significativo en relación al default total. ThyssenKrupp acusó el impacto entonces.
¿Qué siguió? Alemania puso restricciones a la concesión de garantías de crédito a la exportación para proyectos en Argentina ese mismo año, 2002. El Comité Interministerial alemán decidió excluir de su paraguas de protección proyectos en los que firmas alemanas se involucraran en contrataciones con el sector público argentino. Así, mientras Argentina estuviera en default, el Tesoro alemán no daría garantías a ningún banco de su país para financiar una obra contratada por el Estado argentino ya que la nota de default impedía al país ser sujeto de crédito. Y esto valía para la reparación en Alemania de media vida del navío, una de las obras más difíciles y complejas en la industria naval. Sin un sello de calidad de Hermes, el trabajo en Alemania saldría más caro que teniendo ese sello. Era la Argentina del default.
Los trabajos sobre el ARA San Juan arrancaron en diciembre de 2008 y finalizaron en junio de 2014. Se llevaron a cabo en el Complejo Industrial y Naval Argentino (Cinar). Argentina acordó con el Club de París en abril de 2014, unos meses antes de finali- zar la obra en el submarino. Al 30 de abril de 2014 la deuda vencida impaga scendía a US$ 4.955 millones. Pero el acuerdo fue por US$ 9.690 millones: la diferencia fueron intereses vencidos por U$S 1.102 millones y punitorios por US$ 3.633 millones. Los detalles del acuerdo aún no se conocen.
Los países eliminaron las restricciones para que sus empresas públicas o privadas se involucren en operaciones con Argentina. En el caso alemán, la concesión de garantía tiene como requisito que el Banco Central o el Ministerio de Hacienda brinde garantías. Fue establecido justo hace un año por el Comité Interministerial alemán cuando derogó la exclusión de cobertura para proyectos que involucren posibles contrataciones del Estado argentino. Asimismo, suprimió el anterior límite de 100 millones de euros de cobertura para proyectos del sector privado en Argentina. ■