Un cruento atentado terrorista en una mezquita de Egipto deja 270 muertos
Ocurrió en el norte de la península del Sinaí. Ningún grupo lo reivindicó, pero sospechan del ISIS.
Egipto sufrió ayer el atentado más cruentos de la historia reciente del país. Un grupo de terroristas atacó con armas automáticas una mezquita frecuentada por sunnitas, en el norte de la península del Sinaí, provocando la muerte de al menos 270 fieles que se encontraban cumpliendo con la oración de los viernes. Según las autoridades, entre las víctimas fatales hay 25 niños.
El presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, prometió una respuesta “brutal” a este atentado, aún no reivindicado. “Las fuerzas armadas y la policía vengarán a nuestros mártires”, afirmó, haciendo presagiar un despliegue importante de efectivos.
El ataque ocurrió en la localidad de Bir al Abed, al oeste de El Arish, capital de la provincia del norte sinaí, región donde las autoridades combaten entre otros a la rama egipcia del ISIS, conocida como Wilayat Sina.
Fuentes policiales explicaron que el atentado fue cometido por una veintena de terroristas que llegaron en vehículos todo terreno, con los que se apostaron bloqueando los ingresos de la mezquita.
Alrededor de quince ingresaron al lugar y los demás se quedaron afuera. “Cerraron la puerta de la mezquita y empezaron a disparar con armas pesadas”, cuenta Abu Saqr, coordinador general de la Unión de las Tribus del Sinaí. “Todo el mundo comenzó a huir por las ventanas y las salidas”, explicó Saqr. Afuera los esperaban los otros terroristas, que dispararon sobre ellos en forma indiscriminada provocando la masacre..
Los heridos son más de 100, y muchos se hallan en estado crítico, según dijeron los médicos. Por eso se teme que la cifra de víctimas fatales se incremente con el correr de las horas. Imágenes difundidas por la televisión egipcia mostraban el horror del ataque, con cuerpos diseminados por el interior de la mezquita, cubiertos con mantas.
A los pocos minutos del ataque las fuerzas de seguridad rodearon la zona y se enfrentaron con algunos de los terroristas, a quienes abatieron. Pero se cree que varios lograron huir, por lo que se dispuso un amplio ope- rativo para tratar de ubicarlos.
La mezquita de Al Rawdah es frecuentada por musulmanes adeptos al sufismo, una vertiente del islam extremadamente mística. De momento ningún grupo reivindicó el ataque. Sin embargo, fuentes policiales no descartan que detrás esté el ISIS, dado que este grupo considera herejes a los sufistas.
De hecho los yihadistas del ISIS ya cometieron varios ataques contra los fieles de esta rama islámica. El año pasado los extremistas, derrotados tanto en Siria como en Irak, secuestraron y decapitaron a un líder sufí al que acusaron de hacer magia, y raptaron a adeptos de esa corriente.
Desde 2013, cuando fue destituido por las Fuerzas Armadas egipcias el presidente islamista Mohamed Mursi, los grupos yihadistas atacan regularmente a los cristianos coptos y a las fuerzas de seguridad en el norte del Sinai. Decenas de policías y militares murieron en esos ataques, así como numerosos civiles.
Egipto lleva tiempo combatiendo a sectores terroristas en el norte de la península. El ataque de ayer muestra que pese a todos los esfuerzos y redadas, las fuerzas de seguridad egipcias siguen sin controlar la situación en la región, que antes era una popular zona de vacaciones. Ahora, gran partes de la región es una zona militar de acceso vedado.
El atentado desató la condena internacional. “El mundo no puede tolerar el terrorismo, debemos vencerlos militarmente y desacreditar la ideología extremista en la que se basa toda su existencia”, escribió el presidente estadounidense, Donald Trump, en Twitter. “Terribles y cobardes ataques terroristas contra fieles inocentes e indefensos”, agregó.
El secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, condenó el ataque como un acto de “barbarie”, mientras la primera ministra británica, Theresa May, lo describió como un acto “malvado y cobarde”.
La canciller alemana, Angela Merkel, envió un telegrama de condolencias a las familias de las víctimas y manifestó su condena por el “vil ataque”. También lo hicieron Francia, Italia y Turquía, entre otros países.
El mundo árabe, pese a la fragmentación y los enfrentamientos que viven, también expresó un contundente rechazo al terrorismo. El ministerio de Relaciones Exteriores iraní dijo que “el terrorismo no escatimará brutalidades en su intento desesperado de afirmarse”. Su rival en Oriente Medio, el rey Salmán de Arabia Saudita, definió el ataque como un “acto cobarde”, y señaló que acompañaba a Egipto en este momento. ■