Pánico en Londres por una falsa alarma de tiroteo en el subte
Una falsa alarma de tiroteo en la estación de subterráneo de Oxford Circus en pleno Londres, provocó una estampida e inmediata evacuación en el atardecer de ayer, que hizo pensar inicialmente a la policía en un “incidente terrorista”, que finalmente no fue. Una mujer fue herida cuando la gente corría por las escaleras mientras la policía ordenaba evacuar la estación y buscar refugio el viernes a las 16,37. La policía de la Scotland Yard no encontró ni armas, ni sospechosos ni explosivos hasta ahora en Regent St, Oxford Circus y Oxford St.
“El incidente se ha cerrado” informó la policía dos horas después. Gran Bretaña se encuentra en alerta severa por su quinto atentado terrorista en doce meses.
En el “Viernes Negro” antes de las fiestas Navideñas y con grandes descuentos en las compras, miles de británicos y turistas recorrían Regent St y Oxford St cuando un grupo de gente se lanzó a la calle desde el subterráneo, gritando aterrorizada e ignorando cuál era la amenaza. La policía pedía que corrieran y se escondieran en los edificios. Policías con ametralladoras, armas largas, bomberos y ambulancias se alineaban en el área más turística de la capital británica.
Un Twitter de la policía Metropolitana mencionaba un “incidente en marcha” mientras la gente se protegía en el gran almacén Selfridges, que posteriormente fue también evacua- do. Igual suerte tuvieron las estaciones de subterráneo en Bond St y Tottenham Court Road.
Bruce Malcomson estaba en la plataforma del subte de Oxford Circus, cuando un policía con un megáfono dijo que la evacuaran. “Después fue el pandemónium. La gente se caía en las escaleras por salir. Habían abierto los molinetes del control para que la gente saliera rápido. “Creo que todos corrían, pero nadie sabía qué estaba pasando” explicó. Al salir a la calle, se encontró con policías que corrían ar- mados hacia todas las direcciones.
Liberty, Hemleys, la juguetería más famosa, los grandes magazines y cafés comenzaron a bajar sus persianas mientras la policía entraba a Selfridge en busca de sospechosos, que nunca encontraron. ■