Asesinan a balazos a un policía cuando llegaba a su casa
Ocurrió en Luis Guillón, al sur del GBA. Investigan si el oficial inspector, de 43 años, intentó evitar una entradera mientras llegaba en su moto. La secuencia del hecho quedó registrada por las cámaras de seguridad. Los atacantes huyeron en un auto.
Era oficial inspector de la Ciudad. Tenía 43 años y 3 hijos en la fuerza. Investigan un intento de entradera.
En cuanto el Volkswagen Suran le cortó el paso, el oficial inspector de la Policía de la Ciudad Jorge Daniel Loto se bajó de la moto como pudo y trastabilló, mientras retrocedía intentando sacar su arma. Cuando logró recomponer el equilibrio, apuntó al grito de “policía” y disparó. Pero el tiro del ladrón fue más certero: le dio en el pecho, lo mató. La secuencia quedó registrada por las cámaras de seguridad de Robertson y Bourquet, en Luis Guillón, como si fuera una escena brutal de una película, pero sucedió el domingo a la noche, cerca de las 21.30, en el sur del GBA.
Todavía los investigadores no logran entender bien por qué Loto (43)
frenó su moto, dejó a su hijo menor en la vereda de enfrente de su casa de Bourquet al 500 y siguió hasta la esquina con Robertson, antes de pegar la vuelta. No saben si esa era una maniobra de seguridad común en
una familia repleta de policías o si le resultó sospechoso el Volkswagen Suran que acababa de pasar por allí.
Lo cierto es que de ese mismo auto partió el disparo que segundos después lo asesinó y por eso el fiscal Andrés Devoto, de la UFI N° 1 descentralizada de Esteban Echeverría, no descarta ninguna hipótesis y caratuló el caso como “homicidio”. Hacía 22 años y tres meses que Loto era policía. Desde 1994 había formado parte de la Federal -donde llegó al rango de sargento 1°- y, a principios de 2017, cuando se dio el traspaso a la Ciudad, se había sumado a las filas de esaFuerza. Estaba destinado a la Circunscripción IV, en la zona sur de la Capital.
Su vocación policial fue algo que Loto, fanático de Racing, les transmitió a sus tres hijos: las dos mayores son recibidas en la Policía de la Ciudad y el más chico, de 20 años, al que dejó en la puerta de su casa antes de que lo mataran, es cadete en la escuela de la Federal. Fue justamente él quien lo halló tendido en el asfalto, malherido, segundos después de que el o los ocupantes del VW Suran huyeran del lugar sin robar nada.
Julia, habitante de la zona, describió la triste escena ante la prensa: “Había muchos policías, el señor estaba vestido de civil y no me di cuenta de que era mi vecino. Un muchacho lloraba, ‘papá, papá’ y él estaba tosiendo, como si estuviera ahogándose”.
Apenas unos minutos antes, según explicaron fuentes del caso a Clarín, Soto -que estaba de franco de servicio- y su hijo regresaban a su casa de Luis Guillón en la moto del inspector, una Yamaha 1200. Cuando estaban por frenar en su propiedad, a dos cuadras del cruce de la rotonda de Llavallol y Camino de Cintura, el VW Suran pasó en sentido contrario.
“Mientras el hijo de Loto se bajaba de la moto, el Suran a las dos cuadras giró y retomó por Teniente Félix Bourquet hacia donde estaba el policía, que para ese entonces encaraba para la esquina de Robertson, justo donde le cortaron el paso cuando quería regresar a su casa”, describieron las fuentes.
Ante esto, Loto dejó la moto y se reincorporó como pudo, mientras el conductor del VW Suran abrió su puerta. Alejándose de la Yamaha, el inspector sacó su arma reglamenta-
ria Glock calibre 9 milímetros y comenzó a disparar, pero desde el auto también le tiraron. La violencia del balazo lo desparramó en el asfalto, malherido. Y el coche con el o los delincuentes, ya que aún no se puedo precisar cuántos iban, huyó del lugar.
Al escuchar los disparos, el hijo de Loto apareció corriendo en la escena e intentó ayudar a su papá. Y si bien el oficial inspector fue trasladado al Hospital Santamarina de Luis Guillón, donde lo operaron, finalmente murió como consecuencia de las lesiones internas.
La investigación está centrada en poder dar con el o los sospechosos, mientras esperan poder tener más precisiones cuando el hijo más chico de la víctima pueda declarar como testigo en la causa. Por lo pronto, no se descarta ninguna hipótesis sobre el crimen de Loto. ■