Mugabe: fiesta nacional para su cumpleaños y 10 millones en el banco
Zimbabwe. El ex dictador cobrará además un sueldo de 150.000 dólares y el pago del seguro médico, seguridad y viajes.
Zimbabwe celebrará como fiesta nacional el 21 de febrero, fecha del cumpleaños del hasta la semana pasada presidente, Robert Mugabe, según informó ayer el diario estatal The Herald. El festivo se denominará “Día Nacional de la Juventud Robert Mugabe” y su designación estaba planeada desde antes de la crisis política que vivió Zimbabwe durante las dos últimas semanas y que acabó con la renuncia al poder del nonagenario líder, tras 37 años al mando del país.
La iniciativa había sido impulsada por las juventudes de la gobernante Unión Africana Nacional de Zimbabwe-Frente Patriótico (ZANU-PF), partido cofundado por Mugabe. La oficialización del festivo fue publicada en el boletín oficial zimbabuense el pasado viernes, según detalló The Herald, es decir, el mismo día que asumió como presidente provisional su sucesor, Emmerson Mnangagwa. Pero lo que más indignó a los habitantes de Zimbabwe, país que tiene un promedio de 90 dólares mensuales para los asalariados, es el acuerdo económico al que llegó el ex presidente Mugabe. Según The Guardian, el mandatario renunciante recibirá una indemnización de 10 millones de dólares, un sueldo vitalicio de 150.000 dólares y el pago del seguro médico, la seguridad, los viajes al extranjero y el servicio doméstico de su mansión en Harare, llamada Blue Roof, en la que continuará viviendo con su esposa, Grace Mugabe, 41 años más joven, que tendrá derecho a la mitad de su salario. A ella se le conoce como Gucci Mugabe por su alto nivel de vida. El Estado también le garantiza a Mugabe inmunidad judicial.
Según Leo Mugabe, un sobrino de Robert Mugabe, interrogado este fin de semana por la AFP, el expresidente está “bien” y “se alegra de su nueva vida”. Estas declaraciones confirman que Mugabe y su esposa han descartado, de momento, un exilio, tal co- mo se especuló en los últimos días.
Ahora todos esperan saber cómo guiará al país el nuevo presidente. Pese a que consideró que en los últimos años la política en Zimbabwe estuvo “envenenada” y aseguró que con su llegada se iniciaba una nueva etapa, en su discurso de asunción, Mnangagwa tuvo palabras de reconocimiento para Mugabe, a quien describió como un “padre”, “mentor”, “líder” y “camarada”. Mnangagwa, veterano de la guerra de liberación de Zimbabwe al igual que Mugabe, sirvió como su vicepresidente hasta que fue destituido el pasado 6 de noviembre entre presiones de la primera dama, Grace Mugabe, quien perseguía su ascenso en el poder.
Poco más de una semana después, las Fuerzas Armadas, con quien Mnangagwa tiene un buen vínculo, se levantaron contra el Gobierno y confinaron al presidente y su familia. La crisis acabó con el final del “reinado” de casi cuatro décadas de Mugabe, abandonado por todos sus aliados históricos, y con la designación de Mnangagwa, conocido en el país como “Cocodrilo”, para sustituirle hasta que se celebren elecciones presidenciales en 2018.
Ayer, las fuerzas de seguridad de Zimbabue reportaron algunos saqueos y ocupación ilegal de granjas y viviendas tras la renuncia de Mugabe. La policía y el ejército dijeron sin embargo en un comunicado conjunto que la “situación en nuestro país ha regresado a la normalidad” tras la crisis. La policía, ausente en las calles de la capital, Harare, durante la tumultuosa transición en el liderazgo del país, asumirá su papel “como estipula la Constitución” y realizará patrullas conjuntas con el ejército, incluyendo el centro de la ciudad, señaló el comunicado.
Muchos zimbabuenses aplaudieron al ejército por su papel en la renuncia de Mugabe, pero están resentidos con la policía por supuesta corrupción. ■