Clarín

El Papa reclama “medidas decisivas” para defender a los rohinyas de Myanmar

En su primer día en Bangladesh, agradeció al presidente por recibir a los refugiados que llegaron al país.

- Julio Algañaraz jalganaraz@clarin.com

La persecució­n de la minoría étnica musulmana rohinya por los birmanos sigue dominando ampliament­e la gira asiática del Papa, que ayer por la tarde ante el presidente de Bangladesh agradeció a ese país “la generosida­d” al recibir a los refugiados “llegados en masa” al país “desde el estado birmano de Rakhine”. Francisco llegó en la víspera a Dacca, capital de Bangladesh, desde la vecina Birmania (Myanmar), donde fue obligado a no mencionar por su nombre a los rohinya ni poder verlos. El pontífice pidió a la comunidad internacio­nal “medidas decisivas” para contener y resolver lo que en los medios mundiales se considera el peor desastre humanitari­o en Asia en los últimos decenios.

El hombre fuerte de los militares, el general Ming Aun Hlaing, se presentó, acompañado de otros cuatro jefes de las fuerzas armadas, el lunes ante el pontífice en la sede arzobispal, apenas Jorge Bergoglio llegó a Rangún desde Roma. Hlaing dijo que en su país no hubo ni persecució­n ni discrimina­ción a ninguna minoría.

Pero el portavoz papal, Greg Burke, señaló que la visita sorprendió al pontífice, que esperaba verlo el miércoles, dando prioridad al primer encuentro institucio­nal, que debía realizarse el martes con el presidente de la República y la líder de facto del gobierno, Aung San Suu Kyi. Esta confirmaci­ón de fuente papal demostró las agudas tensiones que vivió Jorge Bergoglio en su visita apostólica a Myanmar (actual nombre de Birmania), que el gesto del general Hlaing llevó al borde de un escándalo diplomátic­o al forzar su encuentro el lunes con el Papa.

El general Hlaing y los militares son considerad­os los principale­s autores de la “limpieza étnica de manual” con el apoyo de la mayoría de la población birmana, en un 90% de religión budista.

El presidente de Bangladesh, que estaba junto al pontífice argentino ayer en Dacca, elogió a Francisco por levantar su voz “ante la brutalidad” contra los rohinyas en Birmania. “La muy loable posición de Su Santidad nos da esperanzas para una resolución de la crisis”, dijo el presidente Abdul Hamid.

El jefe de Estado de Bangladesh recordó que su gobierno “dio reparo a un millón de rohinyas expulsados del estado de Rakhine” y evocó las terribles persecucio­nes que sufrieron en Birmania. “Miles de ellos, incluyendo mujeres y niños, fueron brutalment­e asesinados y miles de mujeres violadas”, afirmó Hamid. El presidente destacó que los perseguido­s huyeron a Bangladesh “para escapar a las atrocidade­s perpetrada­s por el ejército de Birmania”.

El Papa reclamó en su intervenci­ón, en la que no mencionó específica­mente por su nombre a los rohin- yas, que las Naciones Unidas, los países y los grupos humanitari­os ofrezcan inmediata ayuda a los refugiados birmanos que viven en condicione­s pésimas en los campamento­s abiertos por Bangladesh. Se estima que desde agosto han llegado a este país unos 700 mil rohinyas huyendo de la represión en Birmania, que siguen arribando.

Bangladesh y Myanmar firmaron hace diez días un acuerdo para garantizar la repatriaci­ón de los fugitivos, que se niegan a volver porque los birmanos los consideran extranjero­s venidos (hace siglos) desde Bangladesh y no les dan la ciudadanía, por lo que temen que el genocidio se reanude.

El presidente de Bangladesh agradeció al Papa haber nombrado al primer cardenal en la historia de ese país, el arzobispo de Dacca, Patrick d’Rosario. En este país de 160 millones de habitantes hay una minoría de 375 mil católicos.

Francisco elogió la convivenci­a de esta nación que hasta 1971 formó parte de Pakistán. “Bangladesh es conocido por la armonía que tradiciona­lmente existió entre los seguidores de varias religiones. Esta atmósfera de mutuo respeto y un creciente clima de diálogo interrelig­ioso permiten a los creyentes expresar libremente sus más profundas conviccion­es sobre el significad­o y el fin de la vida”.

Hoy el Papa recibirá a una dele- gación de la etnia rohinya venida de los campamento­s de refugiados, durante un encuentro interrelig­ioso en Dacca.

Antes de viajar a Bangladesh el Papa ofició en la mañana de ayer una misa para los jóvenes católicos birmanos en la catedral de Santa María, en Rangún de Birmania, la vieja capital, donde ayer se reunió con los 22 obispos del país. En su homilía Francisco dijo a los jóvenes que “no tengan miedo de hacer oír su voz”. “No tengan miedo de montar un escándalo, de hacer preguntas que hagan pensar a la gente; há- ganse oír”, les dijo. “El Papa no viene solo por los católicos sino para toda la nación. Para todo el mundo en este país, sin importar su fe, sus creencias y su cultura”, dijo el arzobispo de Dacca, cardenal Patrick D’Rozario.

El primer acto de la agenda de Francisco en Dacca fue la visita el Monumento de los Mártires de la Memoria, para homenajear al padre de la patria Sheickh Mujibur Rahamman. El monumento celebra a los que murieron en la guerra de 1971 que independiz­ó al Pakistán Oriental, ahora Bangladesh. ■

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EFE Saludo. El Papa junto al presidente de Bangladesh, Abdul Hamid.
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