Habla Carlos Carrascosa: “La procesión va por dentro... tomo nueve pastillas por día”
Luego de terminar de escribir su autobiografía, y a casi un año de su absolución, el viudo le dijo a Clarín que “nunca” lo increparon cuando camina por la calle.
Carlos Carrascosa cumplirá 73 años el próximo 13 de diciembre. Es un mes importante en su vida, porque no sólo fue el de su nacimiento, sino también el de su absolución por el crimen de su esposa, María Marta García Belsunce (50). El 19 de diciembre de 2016, la Sala I del Tribunal de Casación bonaerense determinó que no fue él quien mató a la socióloga aquel 27 de octubre de 2002 en el country Carmel, de Pilar, en un homicidio que conmocionó a todo el país.
A casi un año de aquel fallo, el viu- do habló con Clarín en su departamento en el conurbano bonaerense, adonde vive solo. “Yo empecé el duelo el 20 de diciembre del año pasado, los otros 14 años estuve a los saltos. Y más fuerte ahora que estoy viviendo solo, es la primera vez que vivo solo.... Cuando te toca hacer el mate y ‘La Negra’ lo hacía, son esas pequeñas cosas que las tenés constantemente en la cabeza”, dice.
Carrascosa presentará el año que viene un libro con su autobiografía que terminó recientemente. “Lo fui escribiendo en la cárcel, empecé el 9 del 9 del 2009. Me acuerdo perfecto porque fue el día que me llegó la causa, yo estaba preso desde junio de 2009”, cuenta.
Según su relato, fue más difícil releerlo que escribirlo. “Escribirlo sale solo. Te despertás a las dos de la mañana, cazás un papel y lápiz, y sale solo. Releerlo es mucho más difícil”, sostiene.
Sobre cómo afrontó el proceso de enfrentarse a una parte de la opinión pública que lo creía culpable, respon- de: “La procesión va por dentro. No porque sí tomo nueve pastillas por día. La peor época fue la que viví procesado. Cuando estaba procesado de (sic) matar a mi mujer y tenía que caminar por la calle, en ese momento estaba el país dividido: unos pensaban que era inocente y otros pensaban que era culpable”.
“Salir a la calle en ese momento era peor que lo que después, desde ese punto de vista, viví en la cárcel. En la cárcel eran todos pares, pero en la calle, no. Entonces vos caminabas por la calle y sentías el dedo en la nuca, y eso es lo peor”, manifiesta.
Carrascosa también destaca que cuando tuvo que salir a caminar a la calle no sufrió ningún incidente en público: “No he tenido nunca. Ni en la otra época, antes de ir a la cárcel, ni después de ir a la cárcel. Ahora he tenido gente que se acerca, me dice ‘ tengo un restaurante, vení a comer cuando quieras’”.
Además, recuerda que se conocieron con María Marta en la casa de unos amigos en común, cuando él tenía 17 años y ella, 9. “Después dejé de verla porque me fui a la Marina Mercante. Navegué hasta el año '70 y nos encontramos de casualidad. Yo tenía 26 y ella tenía 18. Ahí nos pusimos de novios y yo me quería casar enseguida. Cuando le pedí casamiento, se asustó. Me miró con una cara. Tardó tres meses en contestarme. Nos casamos al año siguiente. Fuimos de viaje de bodas a La Cumbrecita, en ómnibus”, afirma.
Carrascosa fue juzgado en 2007 y la Fiscalía lo acusó simultáneamente de la coautoría del homicidio y del encubrimiento.En aquel momento, el tribunal lo condenó a seis años por ocultar el crimen, pero más tarde, en 2009, Casación bonaerense lo sentenció a perpetua como asesino y lo envió a la cárcel de Campana.
Para la Justicia hubo cómplices para encubrir el crimen y por eso se llevó adelante un segundo juicio, donde fueron condenados Guillermo Bártoli, cuñado de la víctima (ya fallecido); su hermano, Horacio García Belsunce; su medio hermano, John Hurtig; el vecino Sergio Binello y el médico de emergencias Juan Gauvry Gordon.
Todos fueron detenidos unos días, pero no quedaron presos. El viudo de la víctima permaneció tras las rejas varios años hasta que obtuvo la prisión domiciliaria, con una tobillera electrónica. Hasta diciembre de 2016, cuando lo absolvieron.
Los fiscales María Inés Domínguez y Andrés Quintana fueron destinados a investigar el caso desde la foja 1 antes de que el 27 de octubre -día en que se cumplieron 15 años del crimen- prescribiera la causa. Así fue que citaron a indagatoria a Nicolás Pachelo y a su ex mujer Inés Dávalos Cornejo, por aquel entonces vecinos de García Belsunce en el country Carmel, como sospechosos de haber cometido el homicidio.
Quintana y Domínguez tienen sospechas de que ambos estaban adentro del country al momento del hecho y que la hipótesis que apuntaba al vecino sospechoso por sus antecedentes de robos no fue investigada como era debido por el fiscal original del caso, Diego Molina Pico, pese a que siempre fue sostenida por la familia de la víctima.
El robo de un cofre metálico de la asociación benéfica "Amigos del Pilar" que María Marta guardaba en su casa con dinero en efectivo, tres chequeras y la llave de una caja de seguridad, es el posible móvil del crimen para los nuevos investigadores. ■
Azul Rizzi, Maestría de Clarín/Universidad de San Andrés