Le quitaron a Cristóbal López la concesión de una autopista
El Gobierno rescindió el contrato por incumplimiento y por una deuda de 3 mil millones de pesos.
Fue un largo proceso que comenzó en marzo del año pasado cuando el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, decidió intervenir la concesión de la autopista Ezeiza - Cañuelas.
Ayer la Dirección Nacional de Vialidad firmó el decreto de rescisión del contrato que tenía , Cristóbal López, a quien además le exigen cumplir con una deuda de $ 3.000 millones. Hasta que se vuelva a licitar, el próximo año la concesión, la autopista será gestionada Corredores Viales SA, compuesta por el área de Transporte y la DNV.
El Estado le puso fin a un negocio que estaba en manos de Cristóbal López y que el gobierno de Cristina Kirchner buscó extenderle a fines de 2015, por diez años más, garantizando una ganancia de $ 5.000 millones.
La medida complica al empresario K que ya está procesado por el no pago de impuestos por 8 mil millones de pesos a través de la empresa Oil Combustibles y en la causa Los Sauces, la inmobiliaria de los Kirchner, entre otras causas.
"Resulta inadmisible que el Estado Nacional mantenga una relación contractual con aquel que por su conducta lo lleva a la pérdida absoluta de la confianza por violación a los mínimos principios de la buena fe en la ejecución del contrato", consigna el Decreto de rescisión al que accedió Clarín.
Según el Gobierno, Aecsa -compuesta por Esuvial, dueña en el 70% de las acciones y está constituida por CPC (constructora de López) en un 99,12% y Fabián De Sousa (su socio) en el restante 0,08%-, adeuda $ 725 millones. Es por "recursos de asignación específica" (RAE), un dinero que los concesionarios recaudan en los peajes y deben transferir a Vialidad Nacional.
Además, se le contabilizaron multas firmes aplicadas y adeudadas que al 28 de febrero de 2017, ascendían a $ 1.978 millones, que con intereses devengados "será más de $ 2.300 millones", señalaron fuentes oficiales a Clarín. Por ello, Vialidad Nacional reclama con la rescisión, una deuda de $ 3.000 millones.
El contrato prevé que la empresa concesionaria no puede tener multas aplicadas firmes y no pagas por encima del 100% de la garantía, "en este caso hablamos del 1.200 %, es uno de los causales de la rescisión", explicó a Clarín Javier Iguacel director de Vialidad.
Otro de los motivos para quitarle a López el manejo de la autopista Ezeiza-Cañuelas, fue por no pagar el RAE, "dinero con el que financió a los accionistas de la empresa con préstamos internos” algo que en el decreto se definió como "operaciones financieras ajenas al origen de su percepción a sabiendas de la imposibilidad y prohibición existente en tal sentido" ya que los "recursos que no le pertenecen a la Concesionaria”.
También se atribuyó a AECSA la violación de otras cláusulas: cambio de su estatuto Social, donde redujo su capital, "sin solicitar la autorización formal", falta de presentación de estados contables.
Se determinó que el accionar de AECSA "configura un grave incumplimiento de las obligaciones a su cargo, cuyos principales damnificados son los usuarios de la vía". Esto, según el gobierno, constituye "un peligro cierto e inminente para la seguridad vial", por lo que es "necesario e impostergable" adoptar medidas para "resguardar la continuidad del mismo y la seguridad vial de los usuarios".
La autopista será manejada por Corredores Viales SA hasta que vuelva a licitarse la concesión nuevamente, a mediados de 2018 y en dicho período se realizarán diversas obras pendientes y se mejorará su transitabilidad. ■