La crisis en Venezuela lleva al país al borde de una parálisis aérea, terrestre y marítima
Los problemas de la vida cotidiana bajo el chavismo El transporte público colapsa por falta de repuestos y los aviones sufren la carencia de combustible. Sólo seis aerolíneas siguen operando en Caracas de las 24 que lo hacían en 2013. La ausencia de inver
El transporte público ha colapsado por falta de repuestos y las aeronaves por carencia de combustible, lo que ha puesto a Venezuela al borde de una parálisis peligrosa por aire, tierra y mar, que tiende a agravarse porque el régimen de Nicolás Maduro tampoco ofrece soluciones a la crisis.
En medio del éxodo de empresas e instituciones del país, la Asociación Internacional de Tráfico Aéreo (IATA) anunció ayer que había cerrado su oficina en Caracas y se había mudado a Panamá para atender los pocos asuntos que le quedan en el país. La puntilla del caos aeronáutico fue una resolución oficial de suspender ayer martes el abastecimiento de combustible a los aviones en el aeropuerto de Barcelona, lo que ha dejado paralizado el tráfico aeronáutico nacional hacia el oriente del país.
En los últimos meses, muchas aerolíneas internacionales también han dejado de surtirse en el aeropuerto Simón Bolívar de Maiquetía por fallas en el suministro de combustible y ahora llenan sus tanques en Aruba.
La escasez de combustible aeronáutico se debe a que el mayor complejo refinador de Venezuela en Amuay y Cardón, en el estado de Falcón, redujo sus operaciones y procesa crudo a un 13 por ciento de su capacidad instalada tras registrarse nuevos incidentes en algunas de sus unidades, informó ayer un líder sindical citando un reporte interno de la petrolera estatal PDVSA.
Esta es apenas una de las causas por las que doce aerolíneas han cesa-
El tráfico aéreo internacional en Venezuela descendió un 65 % desde 2013.
do sus operaciones en Venezuela desde 2014: Aerolíneas Argentinas, Air Canada, United Airlines, Alitalia, Delta Airlines, Avianca, Aeroméxico, Lufthansa, Gol, Dynamic, Inselair y Latam.
El vicepresidente regional para las Américas de la IATA, Peter Cerdá, explicó que el cierre se producirá el 31 de enero a raíz del la inestabilidad en el país andino, “que tiene un impacto en la comunidad empresarial”. Por esta situación, sólo seis aerolíneas de la IATA siguen operando en Venezuela, frente a los 24 que había en el país en 2013. Cerdá precisó que el tráfico internacional ha descendido en un 65 % desde 2013, y más del 69 % de los vuelos de las aerolíneas miembros de la IATA han sido cancelados.
Las aerolíneas también han reclamado al régimen de Maduro el pago de una deuda de 3.000 millones de dólares que nunca se ha saldado. Otra razón es la caída de las ventas en el mercado nacional a pesar de la ola de venezolanos que buscan emigrar al exterior por la crisis económicaa y políti-
ca. La economía nacional ha caído un 12 por ciento entre enero y septiembre de este año, según el parlamentario opositor y ex director del Banco Central, José Guerra: “Hemos pasado de la contracción, a la depresión y la recesión”, afirma.
Por si fuera poco, el transporte interurbano y rural por carretera también tiene graves problemas. Los venezolanos deben viajar en camiones como ganado, porque el 75 por ciento de los buses está averiado y no se consiguen repuestos accesibles por ningún lado. En Caracas está paralizado el 75 por ciento de la flota del transporte público por la escasez de repuestos. De 25 mil unidades sólo funcionan, a duras penas, 6.250 camionetas de pasajeros, y por esta razón particulares y autoridades estatales y municipales utilizan camiones para el traslado de ciudadanos, afirma Pedro Jiménez, presidente del Bloque de Transporte del Suroeste de la ciudad. Venezuela ha comprado a China los autobuses Yutong de fabricación asiática pero en poco tiempo de uso ya se ven inutilizados en varios cementerios de vehículos rojos.
Las líneas 1 y 2 del Subte (Metro de Caracas) también han comenzado a paralizarse por fallas técnicas. La escasez de gasoil y la falta de infraestructura ha afectado a los camiones de carga y las embarcaciones, por lo que ha disminuido el tráfico de carga por carretera y el marítimo.
Los venezolanos están esperando que las autoridades presenten soluciones para enfrentar la paralización del transporte, en uno de los países con mayores reservas de petróleo en el mundo.