Clarín

Aquella consagraci­ón nacional de Atlético Tucumán en 1960

- Oscar Barnade obarnade@clarin.com

Atlético Tucumán está por terminar un año inolvidabl­e. Participó por primera vez de la Copa Libertador­es, también jugó la Copa Sudamerica­na y el sábado jugará la final de la Copa Argentina contra River. Está a un paso de lograr su primera copa nacional de primer nivel. Pero en Tucumán nadie olvida la consagraci­ón de 1960 cuando todavía jugaban Rafael Albrecht y Martín Canseco, entre otros, que triunfaron luego en el fútbol de la AFA.

La Copa de Campeones la organizó el Consejo Federal de la AFA entre los ganadores de las principale­s ligas de las provincias. Pero no jugaron los equipos directamen­te afiliados. El único que la disputó fue Unión, pero como campeón de la Li- ga santafesin­a. El torneo comenzó el 22 de noviembre con las rondas preliminar­es de Buenos Aires, que presentó 13 ligas, y de Córdoba, que sumó tres. Luego de esa etapa se armó una segunda llave con 20 equipos.

Atlético tuvo suerte. Su rival de la primera llave, Gorriti de Jujuy, no se presentó y pasó sin jugar. El 10 de enero, en el Monumental José Fierro, le ganó 4-3 a Los Andes de San Juan con tres goles de Epifanio Ortega y uno de Manuel Iñigo. Luego visitó a Argentino de Mendoza el 24 de enero. En Gimnasia venció 2-1 en tiempo suplementa­rio con goles de Miguel Muñoz y de Ortega. El equipo tucumano enfrentó a Sportivo Belgrano de San Francisco en la única semifinal. Al ganador lo esperaba en la final El Quequén de Oriente (Liga de Tres Arroyos). En Olimpo, Atléti- co ganó 2-1 con tantos de Murga, en contra, y Antonio Tejerina).

La final se disputó el 30 de enero en El Nacional de Tres Arroyos. Atlético, que era dirigido por Roberto Santillán, formó con Gregorio García; Jorge Amaya, Gutiérrez, Hugo Ginel; Antonio Rosalino Graneros, Rafael Albrecht; Martín Canseco, Antonio Tejerina, Miguel Muñoz, Epifanio Ortega e Ibarra Castillo. Albrecht adelantó a su equipo a los 6 minutos y luego igualó Eduardo Villar. Tras los 30 suplementa­rios llegó la definición por penales. En aquella época no era necesario cambiar de ejecutante. Atlético ganó 5-3 y Canseco anotó por cinco.

Los campeones llegaron a Tucumán el 3 de febrero y fueron recibidos por casi 100 mil personas. Cuenta Silvio Nava, historiado­r y jefe de prensa de Atlético Tucumán: “Las crónicas periodísti­cas de la época narran que fue una fiesta extraordin­aria, memorable, espontánea y de caracterís­ticas nunca vistas en Tucumán”.

Luego del título varios jugadores fueron transferid­os a clubes de Buenos Aires: Miguel Muñoz y Rafael Albrecht a Estudiante­s - el central luego brilló en San Lorenzo-, Martín Canseco a Argentinos, Manuel Iñigo a Banfield y Jorge Amaya a Newell’s. Hugo Ginel, en tanto, fue convocado para el equipo que disputó los Juegos Olímpicos de Roma.

En la Memoria y Balance de la AFA de 1960, en la sección correspond­iente al Consejo Federal, se menciona la conquista de Atlético: “Finalizado el certamen del rubro, el Consejo Federal procedió a proclamar campeón al club Atlético Tucumán, afiliado a la Federación Tucumana de Fútbol. Como broche final del mencionado campeonato, la Mesa Directiva se trasladó a Tucumán el día 18 de abril y procedió a hacer entrega, en acto público del torneo dicernido (sic) al ganador”.

Silvio Nava le cuenta a Clarín que en las instalacio­nes del club la copa no está. “Lamentable­mente se perdieron muchos trofeos en épocas de embargos y problemas económicos”, reconoce. Nava fue propulsor de un pedido a las autoridade­s de la AFA, en 2013, cuando en el sitio oficial de la entidad se visibiliza­ron todos los títulos para que se reconocier­a la conquista de aquel equipo. Nunca hubo una respuesta.

“A Atlético no le hace falta reclamar el título porque ya lo tiene; fue proclamado en 1960”, asegura Osvaldo Gorgazzi, socio del Centro para la Investigac­ión de la Historia del Fútbol y todo un experto en copas nacionales. “La Copa de Campeones es como un antecedent­e de la actual Copa Argentina, pero no incluía a los equipos de la Primera División de la AFA por lo que claramente se trata de otro estamento. Jugaron los equipos principale­s de las ligas provincial­es más importante­s, pero todavía la AFA no había dado el tan esperado paso de integrarlo­s al nivel superior”, afirma Gorgazzi.

Fueron tiempos felices en la vida de Atlético Tucumán aquellos de los finales de la década del 50 y principios de la del 60. Ganó ocho ligas consecutiv­as, en un record aún vigente. Y la frutilla fue la Copa de Campeones. Una conquista nacional que buscará superar. ■

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