“Macri, ayúdenos a ayudarlo, a creerle, y ayúdenos a cambiar juntos”

Señor Presidente, cuando ganó las elecciones muchos, entre ellos yo, creímos en el cambio que usted nos prometió. Lo creímos de verdad. Pensé que si era millonario y con mucho trabajo, quizás no venía a robar ni a buscar trabajo, no tenía la necesidad de esto, se podría haber quedado cómodo donde estaba. Creí que quizá, usted sí vendría por el bronce para hacer lo que hay que hacer, sin miedos ni limitantes, porque venía a hacer historia. Pero observando que todavía quedan libres quienes deben estar presos por corruptos, porque ocurre que fueron funcionales a las elecciones de 2015 y a las recientes, y que usted y los suyos se pierden en las mezquindades de la política, comienzo a descreer. Pensé y creí que venía por dar una nueva oportunidad. Hay que estar dispuesto a ser el hombre que cambie la historia, dejando de lado los aplausos populistas del momento para ser bronce en las generaciones futuras que podrán apreciar desde la lejanía del tiempo el legado que usted dejó. La vocación política es una vocación de servicio.

Tiene esa grandiosa oportunidad, pero como todo lo que vale la pena requiere de una extraordinaria valentía de hacer lo que usted sabe que debe, y no lo que quiere o conviene. Ayúdenos a ayudarlo, ayúdenos a creerle, ayúdenos a cambiar juntos, y de una buena vez y para siempre.