El kirchnerismo marchó hasta la Plaza de Mayo para apoyar a Cristina
Denunciaron la “persecución a opositores”. Hubo carteles y banderas de otros partidos.
Nadie se tomó en serio el pedido de no asistir con banderas partidarias. Así lo indicaba el llamado para protestar contra el pedido de desafuero de Cristina Kirchner, la prisión preventiva de otros funcionarios kirchneristas y la presuntas persecución a sindicalistas y opositores que hicieron en la mañana de ayer jóvenes dirigentes políticos y sociales del arco opositor. Agrupaciones ligadas al kirchnerismo y a otros sectores de la oposición hicieron propia la convocatoria.
Pasadas las 18.30 las inmediaciones de la Plaza de Mayo -todavía con muchos claros- eran un reguero multicolor, cada columna marchaba con su respectiva bandera. Se divisaban las verdes de ATE, las blancas de la CTEP, las rojas del MAS, el MST y el Partido Comunista se mezclaron con el verde de Kolina, las imágenes de Néstor y Cristina Kirchner, las camisetas de La Cámpora y las banderas de Milagro Sala y la Tupac Amaru. Sobresalía entre tantas, una azul con la leyenda “Bonadio es Macri”. Cada co- lumna tenía también su propia música, con redoblantes y trompetas, en diferentes tiempo. Se escuchaban con más fuerza los cánticos de las agrupaciones kirchneristas dirigidos al juez Claudio Bonadio. “Cristina es del pueblo y no la toca nadie”, alertaban. “Si la tocan a Cristina, qué quilombo se va a armar”, fue otra de las canciones militantes que se escucharon en la plaza de Mayo.
Varias decenas de columnas kirchneristas marcharon desde el Congreso, donde Cristina brindó su conferencia de prensa. A pesar del flujo de los miles de manifestantes los accesos hacia el frente de la Plaza que da a la Casa Rosada permanecieron abiertos y el despliegue policial no se comparó con el de otras marchas.
La movilización se mezcló con la marcha de la resistencia, la convoca- toria lanzada por Madres de Plaza de Mayo, que consiste en una ronda de 24 horas para protestar contra la reforma laboral y de cálculo jubilatorio que impulsa el Gobierno.
En ese contexto, la titular de Madres, Hebe de Bonafini, fue categórica. Tildó al Gobierno de fascista y llamó a duplicar la cantidad de manifestantes para enviarle un mensaje al Congreso. ■