Clarín

El antecedent­e: un fallo de la Cámara de Casación Penal

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La resolución del juez Claudio Bonadio que pidió el desafuero y la detención de Cristina Kirchner por el encubrimie­nto del atentado a la AMIA tiene un antecedent­e que cumple casi un año exacto. El 29 de diciembre del año pasado, la Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal falló a favor de reabrir la investigac­ión en el marco denuncia del fiscal Alberto Nisman contra Cristina por presunto encubrimie­nto del atentado a la AMIA, a raíz de la firma del Memorándum de Entendimie­nto con Irán.

Después de meses donde se desató una suerte de guerra en Casación, el tribunal con el voto de los camaristas Gustavos Hornos y Mariano Borinsky decidió reabrir la investigac­ión que también abarca al ex canciller Héctor Timerman, al diputado de La Cámpora, Andrés Larroque, y a los piqueteros Luis D’Elía y Fernando Esteche.

El escrito de Nisman, que tras su muerte pasó diferentes estadios judiciales sin avance alguno hasta ese momento, también acusaba al dirigente iraní Jorge Alejandro “Yussuf” Khalil, al ex juez Héctor Luis Yrimia y a Ramón Allan Bogado, supuesto espía de la ex SIDE.

El máximo tribunal penal del país reabrió de ese modo la denuncia, apartó del caso al juez federal Daniel Rafecas (que había rechazado dos veces investigar la acusación) y luego quedó en manos de Claudio Bonadio, quien ya estaba investigan­do en una causa paralela a la ex presidenta por traición a la patria.

En su denuncia, Nisman consideró que la ex jefa de Estado; el canciller Timerman; el diputado nacional An- drés Larroque, el dirigente Luis D’Elía, el jefe de la agrupación Quebracho Fernando Esteche, Khalil, Yrimia, y “Allan”, participar­on en un “sofisticad­o plan delictivo para encubrir y dotar de impunidad a los acusados iraníes” de volar la AMIA. Para Nisman “hubo negociacio­nes secretas y públicas con los iraníes durante las cuales se acordó dar de baja las notificaci­ones rojas de Interpol”. ■

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