Clarín

“Los independen­tistas catalanes llevaron al país al borde del abismo”

- Marina Artusa martusa@clarin.com

Miquel Iceta, el candidato socialista a la presidenci­a de la Generalita­t en las elecciones del 21 de diciembre en Cataluña, arrancó la campaña electoral con una promesa incumplida: dijo que esta vez no bailaría, como suele hacer cada vez que se presenta como candidato. Pero no logró quedarse quieto y ya estuvo tirando pasos en actos y en algún programa de televisión. “Qué fácil que es bailar cuando tu adversario político Oriol Junqueras está en prisión”, tuiteó Marta Rovira, secretaria general de Esquerra Republican­a de Cataluña (ERC) y segunda en la lista que encabeza el ex vicepresid­ente catalán, encarcelad­o desde principios de noviembre por presunta rebelión, sedición y malversaci­ón al intentar declarar la independen­cia de Cataluña.

Iceta le respondió a Rovira: “Todo lo que está pasando nos lo habríamos ahorrado si nos hubieran hecho caso, si (el ex presidente catalán Carles) Puigdemont hubiera convocado elecciones y no hubiera declarado la independen­cia en el Parlamento -retrucó el secretario general del PSC-. Yo ni declaré la independen­cia, ni soy juez en la Audiencia Nacional ni del Tribunal Supremo”.

-¿Cómo evalúa al independen­tismo hoy?

-Con mucho respeto por nuestros adversario­s, creo que el independen­tismo tiene en este momento una seria dificultad sobre cuál sería su programa. No podrían decir que harán lo mismo pero tampoco estarían en condicione­s de asegurar que harían las cosas de un modo muy diferente. Creo que estas elecciones sirven, entre otras cosas, para sancionar lo que se ha hecho, y creo que hay un consenso muy grande en que estos últimos años no han sido buenos. No sería lógico que en estas elecciones volviéramo­s a dar la mayoría a quienes han llevado el país al borde del abismo. Me parece, además, que los independen­tistas continúan hablando de la reivindica­ción de la etapa anterior.

- Algunos sectores ya diagnostic­an que será difícil formar gobierno en Cataluña y que habrá que repetir las elecciones. ¿No es desesperan­zador para los catalanes que ya viven unas elecciones anómalas con candidatos presos y autoexilia­dos?

-Entiendo muy bien lo que me pregunta y me pongo en la piel de mucha gente a la que le llega esa inquietud y lo que le puedo decir es que yo no me resigno a que sea así. Creo que en una democracia los ciudadanos tienen una oportunida­d de decidir con su voto y luego los políticos tenemos la obligación de traducir ese voto en una fórmula de gobierno lo más estable, duradera y eficaz posible. También quiero de- cir que cuanto más claro sea el resultado electoral, cuanto más rotundo sea en el mandato ciudadano, mejor. Que un partido saque un resultado incontesta­ble ayudaría a desvanecer esas dificultad­es que sin duda están. Sería añadir desconfian­za e inestabili­dad en un momento en el que ya hemos generado suficiente desconfian­za e inestabili­dad como para haber promovido, entre otras cosas, que más de 2.800 empresas hayan cambiado su sede social.

-Sin embargo usted fue contundent­e en su postura: dijo que está dispuesto solamente a presidir un gobierno.

-Sí. Creo que la opción que en estos momentos puede significar un cambio tranquilo y la búsqueda de consensos y acuerdos lo más transversa­les posibles, es la que yo represento. Pero además, una vez investido un presidente, el que sea, hay que darle margen para que pueda formar un gobierno que no sea una suma de parches y cuotas de partido. Y por lo tanto, si el presidente no fuera yo, no tendría por qué estar en el gobierno.

-Usted subraya que hay un millón de personas con voto indeciso. ¿Por qué cree que deberían votarlo a usted?

-Me dirijo a los indecisos y les digo que creo que la propuesta que nosotros hacemos garantiza mejor el cambio de rumbo y, por lo tanto, no una supeditaci­ón a la estrategia de los independen­tistas. Y que además se plantea desde una voluntad de acuerdos y transversa­lidad imprescind­ibles para sacar a Cataluña del callejón sin salida. Subrayo lo de los indecisos porque ayuda a relativiza­r el valor de las encuestas.

La última encuesta del Centro de Investigac­iones Sociales (CIS) español señala que los socialista­s de Iceta, que ahora tienen 16 diputados en el Parlamento, en las próximas elec- ciones crecerían a 21.

Este jueves, un sondeo de GESOP publicado por El Periódico señala que Iceta es el candidato mejor valorado entre los votantes no independen­tistas que lo han calificado con un 4,5. Lo preceden Oriol Junqueras, con un 5,6, el candidato de los “comuns” (los comunes de Catalunya en Comú- Podem), Xavier Domènech, con un 5,3; Carles Puigdemont, con un 5,2, y Carles Riera, del partido radical CUP, con un 4,9.

“Hay cuatro partidos que estamos alrededor del 20 por ciento de los votos y el quinto 20 por ciento se lo reparten tres fuerzas políticas. Mi objetivo hoy es ganar las elecciones -dice Iceta-. Hace unos años, apenas aspirábamo­s a salvar los muebles.”

-¿Cuáles serían sus primeros pasos como presidente de la Generalita­t de Cataluña?

-Habrá que hablar con todo el mundo. Si fuera investido presidente, tomaría tres medidas: una sería la de convocar a los agentes económicos y sociales para establecer las condicione­s para el crecimient­o y dinamismo económicos y la creación de empleo. Hay que crear las condicione­s que permitan volver a las empresas que han decidido trasladar sus sedes sociales fuera de Cataluña, si lo desean. Segundo, será llamar al presidente (Mariano) Rajoy, no para pedirle hora sino “horas”. Después de cinco años de ausencia de diálogo en las negociacio­nes entre el gobierno de Cataluña y el gobierno de España, me gustaría revertir esa dinámica. Diálogo, negociació­n y pacto. Y la tercera cosa sería llamar al presidente (de la Comisión Europea, Jean-Claude) Junker para decirle que Cataluña ha cambiado de rumbo, que no pretende ser un problema para Europa sino un aliado.

-En su programa electoral usted habla de llevar adelante dos referéndum, pero al gobierno de Rajoy no le simpatizan los referéndum. ¿Cómo piensa acordarlos?

-Uno sería el de la reforma constituci­onal y el otro el de la reforma estatutari­a. Yo creo que la solución más sólida al problema del encaje entre Cataluña y el resto de España requiere que se pueda votar. Entre otras cosas, porque una de las anomalías que han terminado causando el problema que tenemos es que el estatuto que fue votado por los catalanes fue posteriorm­ente modificado por el Tribunal Constituci­onal. Por lo tanto lo mejor de un nuevo acuerdo es que pueda ser ratificado por el voto mayoritari­o de los ciudadanos. ■

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AFP El PSOE. El candidato socialista en Cataluña, Miquel Iceta, quiere un cambio tranquilo para la autonomía.

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