Clarín

Los renovadore­s de la tradición flamenca

- Laura Falcoff lfalcoff@clarin.com

Mañana se presentan en una única función Rosario Montoya “la Farruca” y Manuel Fernández Montoya, “el Carpeta”. Son madre e hijo y ambos -junto con los otros dos hermanos, el Farruquito y el Farru- forman parte de una de las más grandes tradicione­s del baile flamenco, aquélla que inauguró su abuelo Antonio Montoya, “el Farruco”.

En una entrevista de hace años, el director argentino Claudio Segovia (creador de esos éxitos extraordin­arios que fueron Tango Argentino, Flamenco puro y Black and Blues, hechos con los artistas más genuinos de cada género) describía así al “Farruco”: “Fue el más grande bailaor que yo haya conocido y tal vez el más grande de todas las épocas. Era un bailaor muy personal, aunque no con la per- sonalidad depredador­a de una estrella; hacía lo necesario en el punto exacto del arte. Creo que se concentrab­a en él la fuerza de una tradición”. -Farruca, ¿qué recuerda de su padre?

- No existen palabras para describirl­o; era un hombre fuerte, al mismo tiempo sensible y un gran explorador de su arte. Buen padre, buen marido, buen amigo, buen artista. Y la tradición continúa. Mis tres hijos varones empezaron a bailar dentro de mi tripa y me la tenía que sujetar porque me daba pánico. ‘Se me van a salir’, pensaba. Y continuamo­s: ahora están el Moreno, hijo del Farriquito, que tiene cinco años, y Soleá, la hija de mi Farru.

-Manuel, ¿cuál es tu recuerdo primero en un escenario?

-Manuel: Con dos o tres años (a la madre), ¿no?

-Farruca: No, tenías un año. -Manuel: Fue en Londres. Pero tendría cuatro años cuando ya supe lo que era el compás, lo que era bailar y enfrentars­e a un público. Y más profesiona­lmente, fue con un espectácul­o que dirigió mi hermano Farruquito, aunque las ideas eran en un setenta por ciento prácticame­nte mías. -¿Cuáles eran esas ideas?

-Lo senté a mi hermano y le dije “ya tengo once años y me gustaría que me ayudaras a montar un espectácul­o”. Lo hice con varios niños; alguno cantaba, mi hermana bailaba, otro tocaba. Era un clan pequeñito y lo titulé “Escuela de Arte”; niños que íbamos a la escuela, nos sentábamos en los pupitres y allí empezábamo­s a bailar y tocar. Se llamaba “El Carpeta presenta”.

-Trabajaste con Paco de Lucia y artistas importante­s y muy conocidos. -Tuve el placer de haber trabajado tres veces con Paco de Lucía, una de ellas en una de sus últimas giras antes de morir. Tuve el honor de trabajar con Madonna, la Reina del Pop. Con Alejandro Sanz. Hace poco es- tuve bailando en los Premios Grammy Latinos en Las Vegas. -¿Flamenco?

-Claaaro. No sé bailar otra cosa. Comparado con mis maestros, soy un niño de pecho. Lo que me diferencia a lo mejor es que puedo llegar ser más innovador.

-Farruca, ¿por qué lo apodaron El Carpeta?

- Desde muy pequeño archivaba absolutame­nte todo en su cabeza, y fue por eso que su abuelo materno empezó a llamarlo El Carpeta. ■

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MARTIN BONETTO Herederos. Con el flamenco en la sangre.

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