Cumbre OMC: del optimismo de Macri al pesimismo de los países ricos
Hoy arranca la cita en Buenos Aires. Hay baja expectativa entre sus miembros. Macri, tras un acuerdo UE-Mercosur.
Las expectativas sobre la cumbre de la Organización Mundial de Comercio que arranca hoy en Buenos Aires son bajas. Y no todo por culpa de Donald Trump y su visión -o revisiónsobre el comercio mundial. En los últimos años países India, China y otros productores de commodities se opusieron a acuerdos de librecomercio porque demandaban que las economías desarrolladas abrieran mercados como el de la agricultura. Además, China demanda a la Unión Europea en la OMC porque no la reconoce como ‘economía de mercado’. La OMC se mueve por la voluntad de 164 países más una burocracia que ralentiza los deseos de avanzar rápido.
La novedad mayor en el contexto de esta cumbre tal vez sea la posibilidad de un acuerdo marco Unión Europea-Mercosur. Un anuncio así impulsaría la imagen de la OMC aunque, hay que decir, las discusiones entre los dos bloques se remontan desde hace 15 años y van más allá de esta organización. Sí es cierto que hace horas en Bruselas se cerró un capítulo de estas conversaciones que hoy seguirán en Buenos Aires.
Mauricio Macri busca aprovechar la organización de este cumbre para impulsar un avance de estos dos bloques. Un anuncio así amplificaría la señal que la administración Macri envía hacia el mundo más que significar un evento en sí mismo para la economía. “El acceso a los mercados europeos para los productores argentinos quedaría acotado”, explica Martín Redrado, miembro del Tribunal de Solución de Controversias de la OMC. “No hay tanto potencial para Argentina en estos mercados hiperdesarrollados como en cambio en Malasia, Indonesia o Sudáfrica”. Miguel Braun, secretario de Comercio, reconoce que un acuerdo UE-Mercosur significaría “muy poco en lo inmediato” para los consumidores. ¿Qué se puede esperar desde hoy? Primero el inicio formal de la reunión a las 16 en el Centro de Conven- ciones de Buenos Aires. Macri estará junto al canciller Jorge Faurie, la presidenta de la Conferencia, Susana Malcorra, y el Director General de la OMC, Roberto Azevêdo.
Segundo, la confirmación del discurso del Presidente sobre la inserción de Argentina en la globalización: recuperar el terreno que el país perdió en la agenda y la economía global.
Sobre esto último vale la pena mencionar para qué sirven a los gobiernos los acuerdos de librecomercio: proyectan exportaciones al mundo. Y esto cobra relevancia si se tiene en cuenta que las ventas argentinas al exterior siguen erráticas. En diez meses de este año crecieron 1,8% y los volúmenes (toneladas) son los mismos en 2017 que en 2007. Mientras hay economistas que piensan sólo bajando el déficit fiscal el país recuperará el crecimiento y alejará fantasmas, otros creen que sólo con más exportaciones la economía generará los dólares suficientes para pagar la deuda. Para eso es clave abrir mercados (entre otras tareas). Argentina tiene acuerdos con el 11% del PBI global y Chile con más del 80%. El gobierno pretende llegar al 40%.
Sellar un documento con la UE permitiría pasar de ese 11% al 30% del PBI global. Por eso en el gobierno cuentan que impulsan acuerdos bilaterales con México e India y con bloques como con EFTA (Suiza, Liechtenstein, Islandia y Noruega), Japón y Australia-Nueva Zelanda.
El 80% de los argentinos apoya la integración económica, sobretodo, con América Latina, y, en menor medida, con países o regiones como Estados Unidos, Europa o China. Esta tendencia, según un trabajo del BID, se refuerza entre los millennials.
En caso de llegarse a un acuerdo político amplio con la UE se abrirá un período de 12 a 18 meses para cerrar detalles legales. “La desgravación arancelaria es paso a paso - dice Braun-, para los sectores sensibles en el corto plazo no hay impacto directo pero por supuesto a mediano plazo nos obliga a todos a hacernos competitivos. Tenemos tiempo y programas para apoyar a los que necesiten”.
Roberto Bouzas, profesor de la Universidad de San Andrés, señala que para que Argentina pase tener acuerdos con el 10% del PBI global a uno mayor, “sólo pueden cambiarse con políticas internas y vínculos con el resto del mundo consistentes con esas políticas internas”. ■