Cristina y Timerman habían negado el pedido a Interpol
“No solicitamos el levantamiento de las alertas rojas. Por el contrario, me comuniqué con el responsable de Interpol para asegurarme que se mantendrían”, dijo el ex canciller Timerman por carta en respuesta a la denuncia del fiscal Alberto Nisman que sostuvo que la idea original del pacto con Irán firmado en 2013 era que las alertas cayeran. Idéntico argumento utilizó la ex presidente Cristina Kirchner.
Esas alertas son avisos internacionales utilizados por las fuerzas policiales de todo el planeta para comunicarse entre sí información sobre delitos, delincuentes y peligros. Pero no solo se usan para pedir la localización. También sirven para la detención de las personas buscadas por la Justicia de un país o un tribunal internacional.
El pacto con Irán tuvo el aval del entonces Canciller Timerman que según denunció Nisman habría pedido a Interpol la suspensión de las alertas rojas de Interpol sobre los cinco iraníes acusados de ser los autores intelectuales del atentado a la AMIA en 1994. Según la denuncia de Nisman ese pacto se trataba de la caída de las alertas rojas.
La causa AMIA es la más sensible en contra de la ex Presidente Cristina Kirchner. Por el atentado terrorista en la mutual judía murieron 85 personas y otras 300 resultaron heridas.
Cuando le tocó declarar durante casi dos horas en el juzgado del juez Claudio Bonadio como imputada por traición a la patria por el supuesto encubrimiento de los iraníes acusados por el atentado a la AMIA, Cristina Kirchner presentó un escrito y habló, pero no respondió preguntas.
En el escrito, Cristina Kirchner rechazó enfáticamente que las alertas rojas de Interpol para los cinco iraníes sospechados del atentado hayan sido afectadas por la suscripción del documento. En su declaración ante el juez, Cristina Kirchner sostuvo que la Argentina “no permite juzgar en ausencia, que Irán no habilita la extradición de sus ciudadanos y que las circulares rojas de Interpol no obligan a detener a los acusados”. ■