Europa avisó que el acuerdo con el Mercosur se posterga hasta 2018
La negociación pasa a enero. Se complicó por la demanda de mayor acceso a mercados agrícolas.
A último momento, cuando todo parecía indicar que habría finalmente un “acuerdo político” entre la Unión Europea y el Mercosur, el impulso inicial se frenó. Y no fue precisamente por culpa del bloque sureño. Fueron los europeos los que avisaron que iban a precisar de “más tiempo”. Y mencionaron, pero sin dar precisio- nes, que el nuevo plazo podría ser en los primeros meses de 2018.
Este martes, en rondas de discusiones que mantuvieron los representantes de la comisión europea y negociadores de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, la región “mostró que podría realizar una oferta final adicional para completar el paquete que habíamos ofertado”. Trascendió, por ejemplo, que los argentinos habrían sumado a la liberalización comercial varios productos agrícolas sensibles para el país. Otro tanto hicieron los propios brasileños. “La Argentina avanzó al dar acceso a los europeos para muchos productos de nuestras economias regionales que no estaban presentes en la oferta original: limones, naranjas, mandarinas, merluza, vieiras, calamares, ciruelas, frutillas congeladas, huevos, miel y aceite de oliva entre otros”. Según la diplomacia argentina, en 2016 el país exportó a la UE 8.323 millones de dólares. Y de ese monto 84% son productos del sector agroindustrial. Desde luego, no había cómo no apostar a un acuerdo “en el que estábamos convencidos que esos sectores habrían de potenciarse aún más”.
Pero las concesiones debian tener un grado de reciprocidad del otro lado de la mesa. Una alta fuente brasileña, que acompaña las conversaciones entre los dos potenciales socios desde hace más de una década, reveló que “ante el ofrecimiento que hicimos (los del bloque sudamericano), Europa reaccionó en forma positiva. Pero nos indicó que todavía no estaba en condiciones de dar reciproci- dad”. Fue entonces que, según ese diplomático, “quedó en respondernos a comienzos del año próximo. En una fecha que aún no quedó establecida, los ministros deberán volver a encontrarse para trabajar y concluir el anuncio de un acuerdo político, tal como nos proponíamos”.
-¿Qué fue lo que llevó a los europeos levantar el pie del acelerador? -Nuestra demanda fue y continúa siendo de acceso a los mercados agrícolas. Y es lo que no están en condiciones de dar.
-¿Qué pedía el Mercosur que pudo generar el traspié?
-Nada diferente de lo que se pidió hasta ahora: un aumento de nuestra posibilidad de exportar carnes y etanol. Lo que queda claro a partir de nuestro último esfuerzo, que presentamos ayer, es que cada paso adicional sería mucho más delicado.
-¿Por qué fue tan optimista el Mercosur? ¿Hay clima de frustración? -Siempre acompañamos los problemas que se presentaban en Europa. Pero claro que también nosotros tuvimos, y tenemos, nuestras dificultades. Pero antes de venir a Buenos Aires nosotros conversamos con todos los sectores productivos para vencer sus resistencias. De todos modos, no podemos hablar de frustración.
Los negociadores del Mercosur niegan que haya existido alguna “ansiedad” política de brasileños y argentinos. Dijeron: “A principios de este año se había observado que el clima global del comercio había entrado en un proceso de deterioro acelerado. Se pensó que un anuncio de acuerdo político entre los dos bloques, en este contexto de la nueva ronda de la Organización Mundial del Comercio, daría un mensaje de que ambos bloques estaban comprometidos con el comercio y con la OMC”.
Los técnicos afirmaron que hubo una determinación paraseguir trabajando. “Podrá pasar para enero, o tal vez se prolongue”. Entre tanto, el Mercosur no quedará varado en esta dificultad. Tiene otros proyectos de acuerdos de libre comercio”. ■