Corral apuesta a que Cano lo suceda al frente de la UCR

Más que un nombre, es un estilo de conducción el que debate el radicalismo para elegir -el viernes- al nuevo titular del Comité Nacional. La continuidad de una relación afable con el Gobierno gana peso, y bajo esa lógica se impondría el ex líder del Plan Belgrano, el tucumano José Cano.

Un grupo menor, que reclama mayor autonomía partidaria, empujará al ex diputado Federico Storani; mientras que otro sector liderado por la UCR Capital aún intenta convencer al gobernador jujeño Gerardo Morales para que sea candidato.

“El radicalismo tiene que ser un coro. Estamos tratando de tener consenso para que el presidente sea José Cano, y que junto con los bloques legislativos que ya eligieron sus autoridades -Luis Naidenoff en Senadores y Mario Negri en Diputados- conformen esta pluralidad de voces”, ase- guró a Clarín José Corral, quien lidera el partido desde diciembre de 2015 y se negó a ser reelecto.

El intendente de Santa Fe, atravesó una gestión “desgastante” y quiere competir por la gobernación de su Provincia en 2019. Por eso dio un paso al costado.

Desde un inicio, la idea era que la conducción partidaria ostentara una figura con más protagonismo. Pero las negativas se sucedieron: los gobernadores Gerardo Morales (Jujuy), Ricardo Colombi (Corrientes) y Alfredo Cornejo (Mendoza) no aceptaron, y Ernesto Sanz, el “ministro sin cartera”, tampoco. Negri sonaba con mayor fuerza, pero frente a la presión de sus correligionarios para que elija “un lugar” prefirió quedarse con la presidencia del bloque radical y el interbloque de Cambiemos en Diputados.

Ahora Cano es quien tiene mayor consenso, aunque un sector no está convencido. Las derrotas electorales que acarrea y la denuncia por supuestas coimas en su contra no lo ayudan.

A su vez, el sector más crítico del Ejecutivo -liderado por los históricos Juan Manuel Casella y Ricardo Alfonsín- junta delegados para imponer a Storani, mientras que desde la UCR porteña insistirán con la idea de imponer “el poder real” de Morales, que responde siempre igual: “no”. ■