Murió Aguirre Lanari, el canciller que negoció el período post Malvinas
Fue ministro de Relaciones Exteriores después de Malvinas y hasta la llegada de la democracia.
A los 97 años, falleció Juan Ramón Aguirre Lanari, abogado y político argentino de destacada actuación pública que pasó a la historia como el último canciller del tramo final de la última dictadura, cuando tras la derrota de Malvinas se inicio el período de transición que desembocará en las elecciones del 30 de octubre de 1983. Toda su carrera transcurrió entre la actividad académica –como profesor de Derecho Constitucional y autor de una decena de libros sobre historia y derecho- y la política de partido, como dirigente del Partido Liberal correntino, provincia a la que representó como senador nacional en tres momentos bien diferentes del país: el primero en 1963, en el interregno de la presidencia de Arturo Illia; en 1987, en los dos últimos años de la presidencia de Raúl Alfonsín y en 1989, con Carlos Menem. En los tres casos, integró el bloque de senadores provinciales que votó con criterio propio, acompañando a la oposición o acordando con el oficialismo, según el caso.
Miembro de las Academias Nacionales de Derecho de Buenos Aires y de la de Ciencias Morales y Políticas. perteneció a diversas entidades culturales y académicas. Fue Secretario General de la Asociación de Ciencias Políticas y miembro del Directorio del Colegio de Abogados de Buenos Aires. Participó en la Institución Mitre, el CARI y la Internacional Law Association. También presidió el Instituto de Derecho Constitucional en la Academia de Derecho y la Comisión de Homenaje a Mitre en el centenario de su desaparición (2006). Entre sus libros figuran El proceso del constitucionalismo argentino; Fun- dadores de la Ciencia Política argentina; Mitre, estampa moral de un político; El federalismo norteamericano; El sistema político de Venezuela y La política exterior argentina. Recibió el Premio Kónex en 1988 y 1998, y condecoraciones de gobiernos extranjeros.
Pero el momento que lo llevará al cargo más alto no tuvo que ver ni con el derecho constitucional ni con la política de partido: representará a los civiles que participarán en gobiernos de facto, en este caso no a aquellos que fueron a golpear la puerta de los cuarteles sino a quienes acompañarán a los militares en su salida del poder. Tras la derrota de Malvinas, convocado por el general Reynaldo Bignone, sucederá a Nicanor Costa Méndez como ministro de Relaciones Exteriores el 2 de julio de 1982.
Como canciller de un gobierno en retirada y hundido en el mayor descrédito, logró que la Asamblea General de la ONU aprobara la resolución 37/9, en noviembre del 82, instando a las partes del conflicto Malvinas a negociar los aspectos pendientes incluyendo la soberanía. Continuó además el acercamiento a Latinoamérica y la participación en el Movimiento No Alineados iniciados a partir del vuelco producido por la guerra del Atlántico Sur. Aguirre Lanari fue en tal sentido, una figura de la transición: protagonista del final de una larga etapa histórica, la de la recurrencia de gobiernos militares con participación civil, también lo fue del principio de otra nueva, iniciada en 1983. ■