Clarín

El dolor de la esposa del turista apuñalado en La Boca: “Es un milagro que esté vivo”

Joe Wolek se despertó por primera vez tras el ataque del viernes y fue visitado por su familia de los EE.UU. El ladrón que lo acuchilló, quien fue baleado por un policía, murió ayer.

- Mariano Gaik Aldrovandi mgaik@clarin.com

Joe Wolek (54) abrió los ojos después de cuatro días, diez puñaladas y una operación en el corazón. Los había cerrado el viernes en La Boca, cuando fue asaltado por dos ladrones que lo atacaron a cuchillada­s en la cara, el cuello y el pecho. “Es un milagro que esté vivo”, expresó a Clarín Elena, la esposa del turista estadounid­ense.

El fotógrafo despertó ayer internado en el área de terapia intensiva del Hospital Cosme Argerich. Allí se encuentra desde el ataque que sufrió el viernes a las 8.30 en Olavarría y Garibaldi, cuando iba rumbo a Caminito. Dos ladrones le quisieron robar su cámara y otras pertenenci­as y, no se sabe por qué, lo atacaron salvajemen­te: uno de los diez puntazos que recibió fue en el corazón y debió ser operado por un cardiociru­jano.

Joe pudo ver ayer a su familia, que viajó desde Los Ángeles para acompañarl­o. “Joe está vivo por la manera en que actuaron los médicos y el policía que lo ayudó y avisó que estaba herido”, contó Elena e hizo mención al agente de la Policía Local de Avellaneda, Luis Chocobar, que vio el ataque y corrió a los ladrones. La secuencia terminó con un sospechoso baleado, que finalmente murió ayer. Chocobar quedó detenido por orden de la fiscal de La Boca, Susana Calleja. El lunes recuperó su libertad. “El agente Chocobar hizo un gran trabajo. Joe está vivo también por la manera en que él actuó”, destacaron en la familia del turista.

Los parientes pudieron ver a Joe unos minutos a la mañana y un rato a la tarde. Según contaron, el hombre se encontraba de buen humor y se expresó moviendo la cabeza y con sonrisas. Todavía no tiene permitido hablar debido a las lesiones que recibió en el cuello. No le dijeron ni una sola palabra sobre el hecho que casi le cuesta la vida. “Como es algo que puede afectarle el corazón y fue operado, preferimos animarlo y hablarle de cosas positivas”, dijo Elena.

En los rostros de los familiares había cierto alivio. La esposa llegó el sábado, preparada para lo peor. Otro miembro de su familia arribó al país el lunes. “Cuando nos enteramos en Estados Unidos de lo que pasó, el reporte era muy desolador. La forma en que se está recuperand­o es milagrosa”, contaron con un poco de alegría después de semejante drama. Incluso, dedicaron palabras de agradecimi­ento para el personal del hospital Argerich. “El cirujano que lo operó y todos los médicos y enfermeros que lo atendieron están haciendo un trabajo estupendo”, afirmó la mujer, de nacionalid­ad rusa y también artista (trabaja con cerámica).

También agradecier­on a los funcionari­os de la Defensoría del Turista de la Ciudad. “Nos ayudaron muchísimo y fueron muy generosos con su tiempo y toda la informació­n que nos brindaron”, señaló Elena. Ese orga- nismo fue el que desde el viernes - cuando Joe entró a la guardia- estuvo permanente­mente en la puerta del hospital para comunicar las novedades al consulado estadounid­ense. Y además, los acompañaro­n a la comisaría y al centro de salud durante sus primeras horas en Buenos Aires. “Para nosotros fueron muy importante­s”, remarcó Elena.

“Queremos dejar en claro que nosotros no tenemos reservas con respecto a la Argentina y nos sentimos bien estando acá. Cosas malas como la que le pasó a Joe pueden ocurrir en cualquier lado”, expresaron los familiares. Además, se mostraron tristes por el fallecimie­nto de uno de los acusados de balearlo.

Según pudo saber Clarín, el sospechoso, de 18 años, murió ayer al mediodía. Tenía una herida de bala en el abdomen y comprometi­dos el hígado, el intestino delgado y el colon. También había sufrido una fractura de fémur. A diferencia de Wolek, desde el viernes su estado era gravísimo. Sobre el cómplice, aún no había novedades.

El turista estadounid­ense había llegado al país el 25 de noviembre pasado, dos días después de su cumpleaños. “Vino a la Argentina para festejarlo”, contó su esposa y agregó que viajó “solo” porque “es fotógrafo e hizo varios viajes” de esa manera. Entre otros países, visitó China, Mongolia, Rusia, Nueva Zelanda, Nepal, Bangladesh, Tailandia y México.

Durante su estadía aquí, pasó por El Chaltén, El Calafate, Ushuaia y Buenos Aires. El día en que fue asaltado, iba rumbo a La Boca. ■

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En franca mejoría. Joe Wolek (54) está internado en el Hospital Argerich, con diez cuchillada­s en distintas partes del cuerpo. Ayer se despertó.

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