Esas convicciones
Se suele decir con el viejo orgullo enarbolado que "Independiente recuperó su mística copera" con este arribo a la final de la Copa Sudamericana. Son frases. Simplistas, al cabo. Es cierto que hace varios años que el Rojo de Avellaneda estaba alejado de los éxitos internacionales. Y mucho más de su "amiga" la Copa Libertadores de la que es -hasta hoy- el máximo ganador con siete vueltas olímpicas. Claro, aquellas epopeyas futboleras de los años ´60, las del "Chivita" Maldonado, el capitán, con los brazos en alto y sus compañeros detrás con la misma postura en los ingresos en la cancha, las del uruguayo Rolan, Savoy, el Pipa Ferreiro, Bernao y toda la banda. O las otras, las 4 de los ´70 cuando mandaba el Pato Pastoriza y asomaban Bochini (el ídolo mayor) y Bertoni que coronaron la Intercontinental del ´73, ante Juventus, con aquella pared-gol inolvidable. Y la consagración mundial ante el Liverpool con el gol de Percudani en 1984. Claro, quedó la mística instalada en esos 20 años inolvidables que arrancaron en el´64. Verdaderas "batallas" internacionales. Valían tanto la personalidad y el carácter como el juego. Partidos ásperos... Después siguieron los tiempos del silencio, de largas sequías, de algún título nacional y del cruel descenso. Ahora volvió Independiente a levantar lentamente su imagen detrás de la llegada de Ariel Holan, DT particular. Resistido, al comienzo.
Poco a poco fue imponiendo su idea de juego ofensivo. Y jugó bien Independiente, la primera final con Flamengo. Muy bien, por momentos. Y con algún bajón al final. Frente a un rival peligroso. Ganó bien la ida. Quizás tenga que mejorar la regularidad durante mayor tiempo del partido.
Ahora es tiempo de revancha. Flamengo no será fácil en el Maracaná. Ni mucho menos. No es bueno que se crea lo de la "recuperación de la mística copera". Esto no tiene que ver con aquello. Independiente dio muestras de que puede jugar bien. Y ése es desafío de Holan: no traicionar sus convicciones para lograr el grito de la reivindicación internacional. ■