Del no saber qué había pasado al estado de shock del que no podía salir
Ardusso fue uno de los primeros en felicitarlo. “Demostró lo profesional y gran deportista que es”, dice.
Los que siguieron la definición de TC por la TV notaron algo raro cuando la carrera terminó y la transmisión se quedó con la cámara a bordo: Agustín Canapino no se emocionó. En realidad, lo que le pasó fue que no supo si había sido campeón porque en su box el griterío no le permitió escuchar qué había pasado con Ardusso, quien había estacionado su Torino al lado de su Chevrolet.
“Me había parecido escuchar que sí pero no estaba seguro porque era un descontrol el box. Cuando llegué al corralito el encargado de la ACTC me dijo que hiciera los trompos y yo, por las dudas, los hice. Pero cuando paré en el 1 al lado mío paró Ardusso. Yo lo miraba y pensaba: ‘¿qué pasó? Hay quilombo. ¿Ganó él o gané yo?’. Y no. Era que Facundo había parado a felicitarme personalmente, pero en el momento no lo supe. Cuando le pregunté al chico de la ACTC si era campeón y me dijo que sí, me emocioné. Pero estaba en un estado de shock que no sabía ni dónde estaba parado”, dice.
Después de eso llegaron el festejo y el abrazo con el subcampeón. “Demostró lo profesional y gran deportista que es. Y creo que es un ejemplo para todos. Si la sociedad fuera como él en eso de saber perder, admitir la derrota y respetar al rival, todos seríamos mucho mejores. En ese momento perder un campeonato por 0,25 punto para cualquiera es tremendo y genera impotencia y furia. Pero él se bajó a felicitarme. Ese es el ejemplo que hay que darles a todos los chicos que arrancan y a todos los que quieren competir. Saber ganar y saber perder y tener respeto ante todo”, relata.
El domingo volverán a verse en la definición del Súper TC2000 en el Oscar Cabalén. ■