La inteligencia artificial abre una puerta para conocer otros mundos
La Inteligencia Artificial (IA) ha sido un concepto de la ciencia ficción a lo largo de décadas. Pero, “ha sido”. Estamos cada vez más cerca de presenciar máquinas que representen cabalmente las presunciones del pasa- do. En esta dirección es que el Machine Learning (ML), un método, un algoritmo informático mediante el cual una computadora descubre patrones de datos a partir de los cuales obtiene y mejora sus resultados, es quizás la punta de lanza de la IA. ¿Cuán factible es que con ML puedan obtenerse resultados concretos? Sin duda alguna, la posibilidad de descubrir nuevos sistemas planetarios es un ejemplo fascinante en tal sentido.
El telescopio espacial Kepler es una de las maravillas de la ciencia moderna. A partir de sus observaciones realizadas desde la órbita terrestre ha sido posible descubrir miles de exoplanetas, es decir, planetas girando alrededor de otras estrellas más allá de nuestro Sol. Puesto en órbita en 2009, es apabullante la información que ha logrado obtener este instrumento.
¿Cómo poder analizar tan vasta cantidad de datos? Es aquí en donde el ML comienza a jugar un rol clave. A partir de un programa de ML producido por Google, se pudo detectar un sistema de 8 planetas alrededor de una estrella (Kepler-90). Pero además y en otra “coincidencia” que permite reforzar las teorías sobre la formación de sistemas planetarios, los planetas más grandes y gaseosos de Kepler-90 se encuentran más alejados de la estrella respecto a la situación que presentan los más pequeños. Una de las diferencias entre Kepler90 y el sistema Solar es que en el primero, los planetas se encuentran dentro de lo que sería la órbita terrestre. Cuando un planeta pasa por de- lante de una estrella y éstos se encuentran alineados en la dirección de la visual a la Tierra, se detectará una disminución en la intensidad de luz del astro a causa del “micro-eclipse” que producirá el planeta al pasar por delante del disco estelar. Estas disminuciones son prácticamente imperceptibles, excepto para telescopios como Kepler. Si un soft es capaz de conocer las características de estas observaciones, podrá aprender a detectar patrones similares y, de esta manera, analizar miles de datos. Así es como con el ML de Google fue posible detectar el sistema Kepler-90, abriendo una nueva y majestuosa puerta hacia el conocimiento de otros mundos. ■