Los clubes también hacen negocio como vidrieras
Compran jugadores jovenes; los forman, les sacan el jugo y los venden a Europa o a los nuevos mercados.
Desde los tiempos de los paraguayos Arsenio Erico y Delfín Benítez Cáceres o los uruguayos Severino Varela y Walter Gómez, los clubes argentinos se nutrieron de jugadores extranjeros. En los últimos lustros, el fútbol vernáculo se transformó en puente para acceder a Europa o a mercados emergentes como China o Catar. Algunas de estas experiencias permitieron que los clubes se capitalizaran con ventas que reportaron generosos ingresos.
Uno de los primeros grandes saltos lo protagonizó Marcelo Salas, quien había llegado a River en septiembre de 1996 por 3,6 millones de dólares. El chileno fue vendido en 1998 a Lazio por 17,25 millones, un récord en ese momento para el mercado local. Otro buen negocio fue el traspaso de Radamel Falcao García, quien había llegado al club en 2001 a cambio de 500.000 dólares. En 2009, Porto se lo llevó por 5,5 millones de euros.
Este año, Boca concretó la transferencia de Rodrigo Bentancur a Juventus por 9,5 millones de euros. El uruguayo llegó al club a los 14 años, se formó en las divisiones menores, nunca llegó a ganarse el corazón de los hinchas, pero dejó unos cuantos billetes.
San Lorenzo se hizo de los servicios de Iván Córdoba en enero de 1998 por 1,8 millones de dóla- res por el 40 % del pase. En diciembre de 1999, el colombiano partió al Inter, que erogó 17 millones de dólares.
Diego Forlán llegó a Independiente tras jugar en las categorías formativas de Danubio y Peñarol. Tres años en la Primera lo catapultaron a Manchester United, que en enero de 2002 pagó 9,9 millones de dólares por él. El pase fue en ese momento. el de mayor volumen en la historia del Rojo.
Un colombiano y un paraguayo permitieron que Racing concretara sus dos transacciones más importantes. En julio de 2016, Roger Martínez fue adquirido por 9 millones de euros por el Jiansu Suning chino. Seis meses después, partió Oscar Romero, que fue adquirido por 2,7 millones de dólares, fue comprado por 9 millones por el Shanghai Shenhua, que lo cedió a Alavés.
No solo los grandes se beneficiaron por estas ventas. A mediados de 2016, Lanús vendió al paraguayo Gustavo Gómez a Milan por 8 millones de euros. En 2014, el 50% de su pase costó 1,5 millones de dólares. Cuatro meses después, Miguel Almirón se mudó a l Atlanta United. Por el 80% del pase del enganche Lanús había pagado 2,5 millones de dólares en agosto de 2015. Los norteamericanos desembolsaron 13 millones por él. ■