El valor de la gestión política
Desde que existe el régimen de reparto en el sistema previsional, es la primera vez que el Congreso discute una iniciativa que garantiza el poder adquisitivo de los haberes jubilatorios frente a la evolución de la inflación mientras que mantiene el compromiso de asegurar el 82% para los jubilados que perciben la retribución mínima. A pesar de esa proposición sin registro histórico en décadas de vigencia del sistema previsional, el proyecto del Poder Ejecutivo no pudo ser discutido porque se impidió el normal funcionamiento de la Cámara de Diputados. Este impedimento fue consecuencia de agresiones por parte de legisladores a sus pares - un episodio sin antecedentes en la cámara- y, también, por las violentas protestas en la calle protagonizadas por partidos que impugnan el capitalismo, por seguidores de la ex Presidente y por movimientos sociales diversos que descreen de la de- mocracia representativa.
Ahora bien, ¿alcanza todo esto para explicar el fracaso de la iniciativa oficial? ¿Esta el gobierno exento de responsabilidades?
¿Obró de manera apropiada? En verdad, desconsiderar el papel del Congreso revela una preferencia tan riesgosa como errada. El acuerdo entre “los que gobiernan” como instancia superior supone la subestimación del Parlamento como espacio deliberativo donde se cimentan las decisiones que proveen certidumbre y previsibilidad a los actores políticos y económicos. Peor aún, la falta de argumentación pública del gobierno sobre la necesidad, pertinencia y justicia de su proposición política sólo se entiende en el contexto de una supuesta sabiduría tecnocrática que no requiere de dar explicaciones y solo espera asentimiento acrítico de los actores políticos y silencioso consentimiento social.
Está demostrada la asociación positiva entre la fortaleza de las instituciones y el progreso social y todos los actores involucrados harían bien en reconocer que en las democracias con sociedades diversas, complejas y conflictivas las mediaciones, que son imprescindibles, requieren de partidos políticos vigorosos y Congresos vitales.. ■
No se pudo discutir porque se impidió el funcionamiento de la Cámara de Diputados.