Clarín

Chile vota hoy en la segunda vuelta de una elección sin un ganador claro

El empresario de centrodere­cha Sebastián Piñera y el senador socialdemó­crata Alejandro Gullier están igualados. El voto lo puede definir la alianza juvenil de izquierda Frente Amplio.

- SANTIAGO, CHILE. ENVIADA ESPECIAL Carolina Brunstein cbrunstein@clarin.com

Miguel Angel es un privilegia­do. Su puesto de libros, nuevos y usados, en la feria de antigüedad­es de la pintoresca calle Lastarria, en el centro de Santiago, está bien ubicado a la sombra. Frente a él, otros puesteros intentan protegerse bajo sus toldos. Falta poco para el mediodía y el sol los castigará toda la tarde. Miguel Angel, de 60 años, barba gris y camisa celeste, ordena con prolija dedicación coleccione­s de poesía, narrativa y ciencia ficción. Falta sólo un día pero todavía no decidió si irá a votar. Cree que, sea quien sea el próximo presidente, no mejorará la vida de la mayoría de los chilenos. El desánimo es, como en la primera vuelta, un actor central en este balotaje que decidirá si el ex presidente de centrodere­cha Sebastián Piñera o el senador oficialist­a socialdemó­crata Alejandro Guillier tomarán las riendas del poder.

“Gran parte de los chilenos están muy decepciona­dos. No hablo sólo de mí. Han pasado más de 30 años desde el fin de la dictadura y seguimos esperando cambios. No se ha resuelto el problema de la salud. Mueren miles de personas en listas de espera en los hospitales. Y los colegios están abandonado­s”, reprocha Miguel Angel. “Hay senadores y diputados que se han hecho millonario­s. En 24 horas se han vuelto a aumentar sus sueldos. Pero para aumentar unas migajas el salario mínimo llevan meses de debates. Por eso no sé si voy a ir a votar. Ya sabemos que no va a cambiar nada”, se lamenta.

En el puesto vecino, Daniel González, de 36 años, asiente. La decepción se repite en la charla con otros chilenos. Parecen pocos los que irán a votar con entusiasmo y convencido­s, en medio de grandes incógnitas sobre quién sucederá a Michelle Bachelet en el Palacio de la Moneda. Los últimos sondeos hablan de empate técnico y ningún político ni analista se atreve a hacer pronóstico­s.

Lo cierto es que en las cuatro semanas transcurri­das desde la primera vuelta del 19 de noviembre, ambos candidatos tuvieron que modificar sus discursos, en un delicado movimiento para acercarse a algunos sectores sin perder el apoyo de otros.

El empresario Piñera, de la alianza Chile Vamos, ganó la primera vuelta con 36,6% de los votos -mucho menos del 45% que se esperaba- y se encontró frente a un escenario complejo para el balotaje. Así, debió correrse más hacia el centro e incorporar en sus propuestas temas como la gratuidad de la educación universita­ria, que antes rechazaba, o una posible reforma del criticado sistema de jubilacion­es privadas. Acaba de anunciar que mantendrá la gratuidad que implementó el gobierno de Bachelet, que hoy alcanza a unos 260.000 estudiante­s universita­rios (un 60% del total) y los ampliará a los de formación profesiona­l más pobres.

“Este giro en Piñera responde a que la educación gratuita y la posibilida­d de un sistema estatal de pensiones tienen altísimos niveles de apoyo en la opinión pública, y particular­mente en los sectores medios”, explicó a Clarín el analista político Mauricio Morales, de la Universida­d de Talca.

De todos modos, el ex presidente se mantuvo firme en temas como el rechazo al aborto o al matrimonio homosexual, fiel a los sectores más conservado­res.

El periodista Guillier obtuvo en noviembre el 22,7% y sabe que necesita el apoyo de los votantes de la líder del Frente Amplio, Beatriz Sánchez, quien quedó tercera con el 20%. Así, el candidato de la coalición oficialist­a Fuerza de la Mayoría debió moverse más hacia la centroizqu­ierda e incorporó propuestas como la condonació­n parcial de las enormes deudas que acumulan miles de estudiante­s con bancos privados por los créditos para pagar la universida­d.

“La idea de condonar las deudas no estaba en su propuesta para la primera vuelta, es un cambio que se hizo sobre la marcha. Por eso ha mostrado ambigüedad­es cuando le preguntaro­n sobre esto en el último debate”, explica el economista Marco Kremerman, de la Fundación Sol.

Las encuestas se equivocaro­n con Piñera antes de la primera vuelta, cuando le auguraban un triunfo cer-

La decepción en la política y los líderes vuelve a percibirse en esta segunda vuelta.

cano al 45%. Pero también erraron en relación a Sánchez: no le daban más de un 10%, y obtuvo el doble. Por eso los votantes del Frente se han convertido en una pieza decisiva. Diferentes analistas consultado­s por esta enviada señalan que el resultado de hoy dependerá en gran parte de lo que haga esa importante porción de los electores que mostró su rechazo a los dos bloques que se han disputado el poder en Chile desde el final de la dictadura de Augusto Pinochet.

El Frente dejó en libertad de acción a sus votantes, pero Sánchez anunció que votará a Guillier, no por sus propuestas, sino “en contra de Piñera”. Varios de los 14 partidos que integran esa alianza hicieron lo mismo, pero otros avisaron que no votarán a ninguno de los dos candidatos.

“Creo que una mayoría de los frenteampl­istas va a votar por Guillier, no por su proyecto, pero convencido­s de que un triunfo de Piñera sería regresivo para el país”, analiza el sociólogo Augusto Varas, de la Fundación Equitas.

Piñera, a su vez, cuenta con los votos del candidato de la ultraderec­ha José Antonio Kast, quien obtuvo un 8% en la primera vuelta.

Casi 14 millones de chilenos están habilitado­s para votar, pero aquí el voto no es obligatori­o y se prevé un alto nivel de abstención, similar al de la primera vuelta, cuando votó el 45% del padrón. ■

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AP Alistamien­to. Los equipos electorale­s preparan boletas y urnas para la elección crucial de este domingo.

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