Tras el informe secreto de la Armada, el Gobierno amplía la investigación
El equipo investigador tendrá autonomía funcional y económica. Indagará en la tragedia y los arreglos previos.
Las revelaciones sobre fallas en la reparación del submarino desaparecido, publicadas ayer por Clarín, derivaron en mayores atribuciones a la Comisión investigadora elegida por el ministro de Defensa. Hoy designan al sucesor del desplazado jefe de la Armada, Marcelo Srur.
Recién cuando el submarino ARA San Juan se perdió en el Atlántico Sur, el 15 de noviembre por la mañana, en un punto aun indeterminado y de un modo del que todavía no se conocen detalles irrefutables, el entonces jefe de la Armada le informó al Ministerio de Defensa que existía un documento calificado como “secreto”, donde se detallaban los problemas técnicos y las fallas en los arreglos de “media vida” de esa nave. A pesar de esa situación, el San Juan continuaba con sus misiones furtivas por los fondos del mar argentino. Ese informe confidencial fue difundido ayer por Clarín en una nota titulada “La Armada sabía que el San Juan había sido reparado con material inadecuado”. El ministro de Defensa, Oscar Aguad, entendió entonces que debía desconfiar al menos de un sector de la Marina: no le habían contado, al menos en lo respectivo al San Juan, cuál era el verdadero estado de ese buque crucial de la flota naval. El viernes pasado, Aguad le pidió el pase a retiro al titular de la Armada, el ahora Almirante (R) Mar- celo Srur. Antes había conformado una Comisión Investigadora, integrada por tres expertos muy respetados por los marinos. Además, le garantizó a esos investigadores que tendrían presupuesto propio. Y, sobre todo, autonomía de la Armada para intentar garantizar una conclusión transparente y en lo posible intachable: no sólo sobre lo qué pasó con el submarino aun desaparecido, si no también para que se establezca si la ex cúpula de la Marina ocultó documentación que admitía de modo “secreto” que el San Juan o cualquier otra nave de la fuerza no navegaba según los estándares de seguridad.
Esa Comisión está integrada por el contralmirante (RE) Adolfo Gustavo Trama; el contraalmirante (RE) Alejandro Kenny y el capitán de navío (RE) Jorge Bergallo, padre de Jorge Ignacio Bergallo, actual segundo comandante del San Juan.
Entre los informes que en el entorno de Aguad dan por descontado que el ex jefe de la Armada no elevó a Defensa se encuentra el documento “secreto” que dio a conocer Clarín. Son cuarenta y seis fojas que llegaron a Srur el 22 de diciembre del 2016, conla “Inspección Programada practicada al Comando de la Fuerza de Submarinos con el propósito de evaluar el proceso de alistamiento de una fuerza Naval”. Esos papeles forman parte de una denuncia judicial que presentó Elisa Carrió, en la que acusó a ex ministros de Defensa de la era K de haber cometido varios delitos de corrupción en el lapso en el que fue reparado el submarino San Juan.
Esa modernización de la nave, que se debería haberse hecho en dos años pero que terminó alargándose a seis. “Durante las reparaciones de media vida se utilizaron materiales no adecuados o de baja calidad en sistemas sometidos a la acción del agua de mar y presión hidroestática”, admitía el documento difundido por Clarín y que, según aseguran en Defensa, conocieron después de que el San Juan sufriera un desperfecto que podría haberse producido por una falla en sus baterías.
La denuncia de Carrió especificaba que la reparación de esos instrumentos no habría sido hecha de modo correcto por el contratista del Estado que cobró millones. Y acusa a los ex titulares de Defensa Nilda Garré, Arturo Puricelli y Agustín Rossi, actual jefe del bloque de Diputados K. Tras conocerse en Clarín el informe “secreto” de la Armada, ninguno de ellos hizo hasta ahora un descargo público. ■
Aguad supo del informe sobre la reparación “no adecuada” del San Juan tras su desaparición.