La Ciudad quedó a cargo de la seguridad: el Congreso, nuevamente vallado
Podrían haber menos efectivos a la vista. Alerta por grupos que llamaron a la violencia desde las redes.
El Congreso de la Nación amaneció este lunes vallado y con cortes en las avenidas aledañas por el operativo de seguridad implementado por la Policía de la Ciudad para garantizar la sesión de la Cámara de Diputados en la que se debatirá la reforma previsional acordada por el Gobierno nacional con los gobernadores. El operativo comenzó el domingo por la tarde y está a cargo del Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, mientras se prevén nuevas manifestaciones en contra del proyecto jubilatorio.
El titular de esa cartera porteña, Martín Ocampo, estuvo reunido el fin de semana con los jefes policiales para ultimar los detalles del operativo. Por decisión del Gobierno nacional, el operativo quedó en manos de la Ciudad luego de las críticas por la actuación de la Gendarmería Nacional, la semana pasada, en la frustrada sesión por la ley considerada clave por el gobierno del presidente Mauricio Macri. Aquella vez se suspendió la sesión, a propuesta de una aliada oficialista, la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, quien cuestionó a la ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich, por la cantidad de efectivos desplegados en las adyacencias del Congreso.
En medio del paro convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT), entre otras organizaciones sociales y partidos de izquierda, para este lunes se prevé que se manifiesten en los alrededores del Congreso militantes de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) de los Trabajadores, la CTA Autónoma, la Corrien- te Federal Sindical, la Corriente Clasista y Combativa (CCC), la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) y Barrios de Pie. En paralelo y desde temprano, se anuncian cortes en acceso a la Ciudad de parte de grupos piqueteros.
La frustrada sesión del jueves pasado, tomada como una victoria por la oposición pese al quórum reunido por el oficialismo, concluyó fuera del recinto con un saldo de varias decenas de detenidos, nueve policías heridos y 15 automóviles destrozados, además de legisladores de la oposición afectados por el gas pimienta lanzado por las fuerzas de seguridad. “No hay que hacer tanta ostentación de la fuerza, no es bueno”, dijo el jueves Carrió al criticar a Bullrich y afirmar que “no se necesitan tantos gendarmes”. Aquella vez hubo unos 900 gendarmes en los alrededores del Congreso.
El fin de semana, la Plaza de los dos Congresos fue vallada para evitar la llegada de manifestantes a las puertas de acceso a la Cámara de Diputados de la Nación, que tiene previsto sesionar a partir de las 14 horas, igual que la semana pasada. También fueron cortadas las esquinas de las avenidas Entre Ríos y Belgrano y Callao y Corrientes y la avenida Rivadavia hacia el oeste. Si bien el operativo estará a cargo del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño, con efectivos de la Policía de la Ciudad, la Gendarmería y la Prefectura Naval colaborarán “de manera subsidiaria”, según dijeron fuentes gubernamentales.
En el Gobierno porteño hay “preocupación” por el llamado a hacer disturbios que corrió en las últimas horas en las redes sociales. Apuntan a “sectores K y de izquierda, CTA Capital y grupos anarquistas”.
Habrá, dicen, algunas diferencias con el operativo del jueves. Acaso un poco menos de presencia visual de agentes, para que no se tome como una provocación. “Y que haya poli- cías, en lugar de Gendarmes, con su uniforme verde, esperamos que también aporte un poco a la calma”, agregaron. ■