El empresario obstinado que regresa al Palacio de La Moneda
Sebastián Piñera. En 2010 fue el primer candidato de la derecha en más de medio siglo que ganó en elecciones la presidencia. A los 68 años, retorna al poder.
Sebastián Piñera no suele darse por vencido. En 2005, luego de una dura campaña, perdió las elecciones presidenciales frente a Michelle Bachelet. Cuatro años después, volvió a presentarse como candidato y logró llegar al Palacio de La Moneda. Ahora, una vez más, peleó para regresar a ese lugar. El camino no fue tan llano como creía en un comienzo, pero lo logró. Ahora deberá demostrar toda su destreza al frente del gobierno de Chile. Piñera, de 68 años, se convirtió en 2010 en el primer candidato de derecha que ganó en elecciones democráticas la presidencia de su país en más de medio siglo. Nacido en Santiago de Chile en 1949, fue el tercero de los seis hijos de Magdalena Echenique y José Piñera, un ingeniero y diplomático que participó en la fundación de la Democracia Cristiana.
Ingeniero comercial de la Universidad Católica, Máster de la Universidad de Harvard, en 1978 comenzó a crear su fortuna, calculada hoy en 2.700 millones de dólares, según la revista Forbes. Obtuvo la representación para Chile de las tarjetas de crédito Visa y Master Card y fundó la empresa Bancard S.A. A partir de ahí, creó sociedades inmobiliarias, una editorial y una gerencia de bancos. También compró la participación accionaria en Lan Chile, el canal Chilevisión, el club de fútbol Colo Colo y la exclusiva Clínica Las Condes.
Poco después dio sus primeros pasos en política. En 1993 fue electo senador por Santiago, de la mano de Renovación Nacional, uno de los principales partidos de la derecha chilena. Pero recuerda que simpatizó con la Democracia Cristiana cuando era joven, votó contra la continuidad del dictador Augusto Pinochet y siempre ha condenado las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura. En 2005 fue por primera vez candidato a la presidencia y fue derrotado por Bachelet en segunda vuelta por 53,5% contra 46,5%. En su segundo intento por llegar a La Moneda, en 2009, se impuso por estrecho margen (51,61% a 48,38%) al ex presidente Eduardo Frei Ruíz Tagle.
En estos meses de campaña no se cansó de repetir que durante su gobier- no la economía creció más del 5,3% anual en promedio, cuando ahora está en un 1,8%, y que se crearon miles de empleos. Sin embargo, no menciona que durante su mandato enfrentó uno de los conflictos sociales más graves, cuando miles de estudiantes de la educación media y universitaria coparon las calles del país para demandarle profundas reformas a la educación.
Varias veces también tuvo que defenderse de acusaciones de sus adversarios por el supuesto uso que habría hecho de información privilegiada y negociación incompatible cuando era presidente. Pero las denuncias han sido desestimadas por la Justicia. Cuando dejó la presidencia, en marzo de 2014, mantuvo una presencia permanente en los medios de comunicación como líder de la oposi- ción. Y así llegó a convertirse una vez más en candidato presidencial.
Aunque en un comienzo se dedicó a asegurar que los chilenos se oponían a las reformas del gobierno de Bachelet, tras los pobres resultados de primera vuelta, cuando obtuvo el 36,6% de los votos, cambió su postura y dejó abierta la puerta a mantener la gratuidad en la educación y a reformar el criticado sistema de pensiones. Con la unidad de la familia como bandera, se mostró siempre junto a su mujer, Cecilia Morel, a sus cuatro hijos y, muchas veces, a algunos de sus ocho nietos. Ahora deberá mostrar una gran cintura política para avanzar con sus propuestas, que seguramente chocarán en el Parlamento con la izquierda y, también, con la derecha más conservadora. ■