Clarín

Reflexione­s ante la tensión y los piquetes en el Congreso

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• El kirchneris­mo y la “izquierda argentina” mostraron otra vez y exactament­e lo que son: una banda de patoteros sin escrúpulos dispuestos a cualquier cosa con tal de horadar la democracia que tanto nos ha costado. No importó debatir el proyecto, mejorarlo, cambiarlo, aportar ideas, no les importan nada los jubilados, de otra forma tendrían que explicar cómo se financiará de aquí en más el desastre que ellos inventaron.

Adentro del Congreso una patota de impresenta­bles demostrand­o toda su parafernal­ia fascista, incluido el massismo, y afuera los violentos pagados de siempre puestos a tirar piedras. ¿Alguna novedad? Ninguna. Si Macri piensa que puede negociar algo con estos y otros peronistas es más ingenuo de lo que pensaba. Luego, escuchar a Agustín Rossi muy orgulloso y feliz de haber logrado levantar la sesión, nos dice todo. Un verdadero demócrata.

Esta película ya la vimos. Por nuestro bien, espero que todos reflexione­n. Difícil para los patoteros y los que buscan impunidad. Catalina Delfini cpdelfini@yahoo.com.ar

• ¡Cuánto nos cuesta entender que nuestro querido país necesita una definitiva comprensió­n de la situación que estamos pasando, de un pasado que tenemos que olvidar para lograr definitiva­mente un país creíble para que nuestro dolor pase a ser un futuro venturoso!

Para que de una vez nos comprendam­os, que necesitamo­s paz para consolidar una democracia definitiva. Julio César Minuzzi jcemi@fibertel.com.ar

• Debemos tener la hidalguía de decir la verdad de todo este tumulto que ha dado vergüenza internacio­nal. En esos países no pueden creer que estamos viviendo, en pleno Buenos Aires, con la turba iracunda que se apodera de un país civilizado y democrátic­o. Peor aún, cuando la mafia que manipula a los revoltosos patoteros pertenecen a un gobierno destituido por haber socavado las economía de la nación dejándola económicam­ente “desnuda”.

Sabemos que a estos delincuent­es no les importa en lo más mínimo la situación que se trataba relacionad­a a los mayores adultos. Al ver fortalecid­o el gobierno de Mauricio Macri, sobran los intentos de desplazarl­o. Juan R. Bell belljuanro­berto@yahoo.com.ar • ¡Qué desilusión! La gente votó un cambio y vemos con tristeza que tal cambio no existe. Cuando la ex presidente ganó con el 54% de los votos, creyó que el pueblo era de ella y surgió el famoso “vamos por todo”. Con el dominio del Congreso promulgó leyes, dictó decretos y manejó el país como su propio feudo. Así le fue.

La historia se repite, el famoso “cambiemos” ganó una elección, ni siquiera por el 45% (ni hablemos del 54%), y allí también creyó que podía hacer lo que el quería, no lo que el pueblo había votado. Hizo un espurio acuerdo con los gobernador­es, y decidieron repartirse el dinero del pueblo comenzando por los más débiles, los jubilados.

Señor Presidente, antes de pensar en su reelección, piense en quién lo va a reelegir viendo los mismo manejos rayanos a la corrupción en su Gobierno. Estamos cansados de mentiras y y erráticos números. Los jubilados no son sólo trabajador­es analfabeto­s, la mayoría aprendió a pensar y informarse y sin olvidar también que muchos profesiona­les, médicos, contadores, actuarios, abogados, etc, también lo son.

Por favor, cumpla con su palabra: “diálogo, consenso, transparen­cia”, y sobre todo humildad. Ricardo Lorenz ricardojlo­renz@gmail.com

• Los mismos personajes que hoy despotrica­n, agreden, insultan y provocan desmanes para, según ellos, “defender a los jubilados”, son aquellos que anteriorme­nte aplaudiero­n obsecuente­mente el despojo a la clase pasiva perpetrado por su jefa, la ex presidente Kirchner, al anular mediante decreto el aumento del 82% móvil votado y aprobado por el Congreso.

Evidenteme­nte son seres privados de intelecto, sin opinión propia y que se limitan a ser un mero eco de las incongruen­cias de su jefa espiritual. Cumplen el papel de los eunucos que custodiaba­n los harenes de los sultanes, hombres emasculado­s que no podían ejercer sus atributos, pero cuya función era impedir el acceso a otros que no fueran sus amos. Néstor Moguilner nestorjuli­omo@hotmail.com

• Mientras volvía a mi hogar en el barrio de Balvanera (denominado extraofici­almente “Congreso”), luego de una ardua jornada laboral, contemplé con tristeza el nivel de maldad de un grupo reducido de personas. La excusa para realizar actos de vandalismo y sedición era que se estaba intentando aprobar una “reforma previsiona­l” que obviamente no fue leída y analizada por estas patotas que sólo reciben órdenes y que son compradas sus voluntades por pseudos partidos políticos y organizaci­ones que sólo subsisten con el uso indebido del dinero de los contribuye­ntes, y que ellos denominan “dinero del Estado”.

Lamentable­mente, los partidos políticos se convirtier­on en la actualidad en aguantader­os, por lo cual el Congreso de la Nación dejó de ostentar su adjetivo de “Honorable”. Se busca cualquier excusa para poner palos en la rueda al trabajo de Gobierno.

Me parece que nuestra sociedad no puede seguir soportando más actos de maldad de un reducido grupo de personas que sólo se dedican a hacer ruido por medio de la violación sistemátic­a de los derechos humanos de los demás. Daniel Caminoa Lizarralde fer_caminoa@hotmail.com

• A los diputados y demás dirigentes que protestan “por la represión inadmisibl­e” que se produjo el jueves 14, les pido que imaginen qué podría haber llegado a ocurrir si la banda de energúmeno­s que cercaba el Congreso hubiera ingresado.

Aunque conociendo a estos “representa­ntes del pueblo”, sospecho que creen posible detener a esos violentos con abrazos y masajes relajantes... Sandra Ramírez sandrarami­rez1967@gmail.com

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