Se recibieron de estilistas en la Villa 31 y sueñan con la peluquería propia
Son 25 y se graduaron en un taller de maquillaje y peinado en el marco del programa Arte en Barrios.
“La peluquería es un gusto mío que no me pude dar durante años. Por mi situación económica, nunca tuve tiempo de estudiar”. En el barrio, todos conocen a la feriante Carmen Mosquito Cajavilca como Marlen. “Me encantan los oficios artísticos, me relajan, me distraen. Pero nunca pude ir a un museo. Requiere tiempo y dinero que no tenemos”, reconoce. Marlen es vecina de la Villa 31 desde hace ocho años y con su marido maneja un local de reparación de electrónicos. Ella es una de las 25 egresadas del taller de maquillaje y peinado que Arte en Barrios trajo a su vecindario por segundo año consecutivo. Días atrás recibió su certificado de "Maquillaje social y peinado artístico" al término de la cursada anual.
La iniciativa de Arte en Barrios, impulsada por el Gobierno porteño, apunta a universalizar la oferta cultural para que todos los ciudadanos tengan acceso a los mismos servicios. “El proyecto se gestó por una necesidad, porque la pata cultural pública nunca llegó a estas partes de la Ciudad. La idea es acompañar el desarrollo de infraestructura con cultura”, explica Marina Vaira, coordinadora de los 248 talleres que se ofrecieron en 19 barrios vulnerables de la ca- pital este año.
Salidas al teatro Colón, visitas al Museo de Arte Moderno, espectáculos en el Luna Park y otras actividades sirven de disparadores culturales. “Van al teatro y ven la aplicación del curso de peinado artístico por ejemplo. Hay una parte de este proyecto que consiste en difundir arte y la otra ofrece herramientas para una mejor integración socio-laboral”, resume la coordinadora.
Como actividad de fin de curso, Marlen y algunas compañeras fueron a recibir consejos profesionales del director artístico de la peluquería de diseño Prana, Beto Sosa. “Lo que está de moda es ser uno mismo. No importa lo que indiquen las normas, importa lo que uno quiera expresar”, enfatiza el estilista de los famosos mientras practica un corte de pelo sobre la alumna Julia Martínez. “Nosotros tenemos el don de hacer feliz a la gente con una tijera, hay que cultivarlo y compartirlo”, insiste Sosa.
Entre las 948 actividades llevadas a cabo este año en el marco del programa, 8.500 asistentes pudieron aprovechar los talleres artísticos y de oficios culturales, las salidas a espectáculos, a museos y las capacitacio- nes para gestión de eventos.
Los frutos de estos aprendizajes fueron compartidos el domingo pasado en un festival realizado en la Usina del Arte, en La Boca. En ese evento hubo recitales, muestras de danza y otras presentaciones de los alumnos de serigrafía, percusión, danza, fotografía, rap y literatura, entre otros. Bajo la supervisión de Prana, el maquillaje y la peluquería para todos esos shows estuvo a cargo de las alumnas del taller, apoyadas por su profesora Cristina Garbaccio y la ex alumna Mónica González. Esta última tomó el mismo curso en el barrio 1-11-14 el año pasado y hoy es la asistente.
“Yo les digo a las chicas que es posible. Yo antes estaba sentada del otro lado, buscando como ellas de qué manera salir adelante. Me anoté en este curso porque necesitaba despejarme y un día me llamaron para ayudar para eventos en la Usina del Arte y terminé quedando”, revela la mujer de 41 años que hoy es maquilladora profesional. “Brinda una doble satisfacción de lograr sus metas y de hacer lo que a uno le gusta. Y hoy hago lo que me gusta”, sostiene González.
Del nuevo grupo, dos egresadas ya están hablando de iniciar su propio emprendimiento juntas. “Con Julia, nos anotamos para seguir estudiando corte para hombres y mujeres en un centro de formación profesional el año que viene. Vamos a abrir un salón en mi casa. Pero todavía nos falta aprender más”, proyecta Margot Cubas, quien ya empezó a cobrar por sus servicios de belleza. Talía Maita, la más joven del grupo y con la impaciencia que caracteriza a los chicos de 21 años, no piensa esperar: “Yo voy ya a llevar mi CV a Prana”.
Como ellas, otros vecinos de las villas, asentamientos y complejos habitacionales participaron de los cursos. El programa se realizó en la Villa 31 y otros 18 barrios: Playón de Chacarita; Barrio Saldías; Rodrigo Bueno; Lamadrid; Zavaleta; 21-24 en Barracas; Barrio Juan XXIII; Villa 1-11- 14; Barrio Rivadavia II; Los Piletones; Fátima; Barrio Cildañez; Villa 20 de Lugano; Ciudad Oculta, Barrio Piedrabuena, Carrillo, Complejo Carlos Mujica y en Lugano I y II. ■