Perpetua para tres ladrones por calcinar a una familia
Ataron a una pareja y a sus dos hijos y quemaron la casa. Uno es un ex prefecto, cliente de las víctimas.
Los tres acusados de torturar y quemar vivos a un matrimonio y a sus dos hijos ni se inmutaron cuando el presidente del Tribunal Penal de Oberá leyó la condena: “Prisión perpetua”. Una frialdad similar tuvieron en mayo de 2014, cuando masacraron a la familia en la localidad misionera de Panambí.
En una sala copada por policías y agentes penitenciarios, el ex integrante de la Prefectura Naval Pablo Julio Paz (54), Juan Ramón Godoy (47) y el mecánico chapista Marcial Alegre (54) escucharon el lunes la sentencia por el cuádruple crimen. En la au- diencia también estaba Carlos Knack, el único integrante de la familia que se salvó. Unos minutos antes de la llegada de la banda había salido de su casa para llevar a su novia.
Distinta suerte corrieron el empresario maderero Oscar Carlos Knack (44); su esposa, Graciela Mojsiuk (42); y dos de sus hijos, Bianca (12) y Cristian (25). El último había regresado de Corrientes, donde cobró una deuda de casi medio millón de pesos.
La familia miraba televisión en un día gris y frío. Cristian, que cumplía años, se sirvió un trozo de torta y se sentó junto a su hermana menor. Apenas unos segundos después irrumpieron varios hombres encapuchados y armados. La banda maniató a la familia y comenzó a exigir dinero. Pero lo que parecía un robo a mano armada tomó un cariz diferente cuando los encapuchados esparcieron un líquido inflamable y prendieron fuego el lugar, con la clara finalidad de borrar huellas y asesinar a sus víctimas.
La familia intentó desatarse y escapar. A fuerza de golpes, pudieron derribar la puerta y salir, pero los cuatro sufrieron quemaduras en más del 70% del cuerpo. El empresario, su esposa y la hija menor murieron en las horas siguientes al ataque, pero Cristian logró sobrevivir más de un mes y contó desde la cama del hospital que uno de los autores era un integrante de la Prefectura que era cliente del aserradero. Lo había reconocido porque en un descuido se le cayó la capucha. Así los investigadores llegaron a Paz. El resto cayó gracias a un llamado anónimo que aportó datos y a los elementos hallados en la escena del cuádruple crimen.
Tras conocerse la condena, Carlos Knack -el único sobreviviente de la familia- se mostró conforme con la investigación pero dejó en claro que “fueron cinco los malvivientes que hicieron esto”. Y agregó: “Hay que buscar a los otros dos responsables. La Justicia tiene que seguir investigando para encontrar a los otros asesinos que mataron a mi familia”. Los abogados de los condenados adelantaron que apelarán el fallo. ■