“La ideología K apunta a hacer creer que el Gobierno resulta ilegítimo”
Según el sociólogo Robert Merton, “una profecía autocumplida es, en su origen, una falsa definición de una situación que estimula un nuevo comportamiento que hace que la falsa concepción inicial se vuelva ‘verdadera’. El poseedor de la creencia inventada, percibirá la sucesión de eventos como la confirmación de que estaba en lo cierto desde el principio”.
En la protestas callejeras, algunos militantes kirchneristas y de la izquierda actuaron con gran violencia, y trataron a la administración del presidente Macri como si no fuera democrática, como si fuese una dictadura, de hecho, así lo expresan. Es lo que se vio en el Congreso con motivo de aprobación de la reforma previsional. Se vio en el caso Maldonado y se había visto muchas veces antes. ¿Por qué tanta violencia? Es simple: en general, la violencia frente a un gobierno democrático obedece a la falta de argumentos; y, en nuestro caso en particular, el modus operandi básico del kirchnerismo, desde los primeros tiempos de Macri en el poder, fue -y continúa siendo- desestabilizarlo. Por eso, los K se oponen en forma irracional, brutal y sistemática a todo lo que hace y propone la actual administración. Sólo buscan debilitarla hasta que se caiga, con la finalidad espuria de aprovechar la crisis política e institucional posterior para zafar de las serias acusaciones judiciales que recaen sobre sus líderes.
Por ende, toda la ideología K apunta a hacerle creer a la sociedad que este Gobierno resulta ilegítimo e ineficaz y, por lo tanto, débil. Y ellos, desde el principio, se comportan como si así fuese. Así, pretenden justificar la violencia y obligan a esta administración a reprimirlos y, de tal modo, a parecerse a lo que ellos desean. Si lograsen su objetivo, que el Gobierno se debilite y cayera, se autocumpliría la profecía kirchnerista. Jorge Ballario jballario@coyspu.com.ar