Murió Bernard Law, el cardenal que encubrió a pedófilos en Boston
Vivía protegido en el Vaticano. Un diario denunció la pederastía en su arquidiócesis y el caso llegó al cine.
Murió en la madrugada de ayer en una clínica de Roma el arzobispo norteamericano Bernard Law, de 86 años, símbolo de los escándalos que devastaron a la Iglesia norteamericana y de su fracaso para brindar protección y justicia a los niños y adolescentes de los curas pedófilos. El cardenal Law fue uno de los que protegió a los culpables. Su caso ganó gran notoriedad mundial con un film de Hollywood basado en una investigación periodística de The Boston Globe que ganó el Oscar años más tarde, en 2015. El prelado debió renunciar, pero se salvó de terminar en la cárcel refugiándose en Roma bajo la protección de la Santa Sede.
Se estima que desde 1950 al menos el 6 por ciento de los sacerdotes estuvo implicado en estas acciones criminales, en lo que se considera el caso más grave que ha vivido -y todavía vive, en menor proporción- la Iglesia de Estados Unidos.
Varias diócesis han pagado hasta 3000 millones de dólares de indemnizaciones a las familias de las víctimas en uno de los más grandes escándalos de pederastía de la oleada de abusos sexuales.
En el caso de Boston, una de las arquidiócesis más importantes en Estados Unidos que Bernard Law guió durante 18 años, se estima que la Iglesia pagó sumas millonarias por sus culpas objetivas en los abusos de unas 86 víctimas de los 87 curas que fueron acusados por delitos cometidos entre 1984 y 2002.
En enero de 2002, el escándalo que sacudió hasta los cimientos a la Iglesia norteamericana estalló por la serie de informes que publicó el diario The Boston Globe gracias al trabajo periodístico de su equipo especial de investigaciones llamado “Spotlight”. Ese equipo de periodistas ganó el Premio Pulitzer en 2003 y años más tarde el Oscar de Hollywood por el film del mismo nombre.
Los investigadores periodísticos revelaron que en los registros de las iglesias quedaba constancia de que el cardenal Law, uno de los purpurados más importantes de la Iglesia en su país y en el mismo Vaticano, había transferido a los curas abusadores sexuales durante años sin alertar a los padres y a la policía.
El caso “Spotlight” difundió como una mancha de aceite la desconfianza de muchos de los 64 millones de católicos norteamericanos de que las protecciones de las jerarquías a los curas criminales se hubieran difundido por todo el país.
Law primero negó los hechos y después pidió disculpas y prometió reformas. Pero una montaña de documentos y otras pruebas demostraron que estaba abrumado por la confirmación de sus culpas.
Un caso gravísimo fue el del cura John Georghan, acusado por 130 católicos de haber sido abusados bajo la protección del cardenal Law y de dos de sus predecesores, como revelaron los periodistas de “Spotlight”. Georghan fue condenado finalmente a largos años de prisión y asesinado en una cárcel por otro preso.
Law resistió hasta que la difusión del escándalo lo obligó a dimitir el 13 de diciembre de 2002 y refugiarse bajo
Varias iglesias de EE.UU. han pagado hasta 3.000 millones de dólares a familias de víctimas.
la protección del Papa Juan Pablo II en el Vaticano, en un exilio dorado hasta su muerte. Recibió el pasaporte que le otorgaba la inmunidad-impunidad en caso de un pedido de extradición y fue nombrado archiprete de la Basílica Pontificia de Santa María Maggiore.
Como cardenal elector, Law participó del Cónclave que eligió en 2005 como Papa a Benedicto XVI. En 2011, al cumplir los 80 años de edad y perder la condición de cardenal elector, el purpurado debió renunciar. Recibió el título puramente honorífico de cardenal emérito de la basílica de Santa María la Maggiore. Nunca regresó a EE.UU. donde podía terminar bajo proceso y tras las rejas. ■