Ganaron por un proyecto que convierte a chicos de la villa en ingenieros
Son profesores de la UTN de Buenos Aires. Crearon un método que acerca a los alumnos a las ciencias duras.
Ni bien escucharon sus nombres, Jorge Almiña, Viviana Curatolo y Emma López se abrazaron con emoción en el auditorio de la Fundación PROA. No era para menos, su proyecto había ganado el Premio Clarín-Zurich a la Educación que ayer cerró su novena edición. Ellos forman parte del grupo de la UTN Buenos Aires que lo ideó y lo sostuvo contra viento y marea. Y que ahora podrá implementarlo en 20 escuelas de la ciudad de Buenos Aires.
Almiña, que es ingeniero químico, al momento de hablar se le entrecortaba la voz, y haciendo esfuerzo para no llorar, dijo unas palabras de agradecimiento. “Hemos trabajado muchísimo durante los últimos cuatro años. Estamos a un año de tener nuestro primer ingeniero, que es un chico que sale de la Villa 31, a punto de transformar su futuro”, dijo visiblemente emocionado.
El proyecto “Modelando la Ciencia. Propuesta formativa para docentes que equiparan los derechos a una educación de excelencia” obtuvo el primer puesto en esta edición récord del Premio Clarín-Zurich, que recibió más de 160 trabajos provenientes de distintos puntos del país.
Este año el eje del premio fue “la capacitación docente”, y el jurado estuvo compuesto por María Marta García Negroni, Beatriz Hall, Pablo Miguel Jacovkis, Guillermo Jaim Etcheverry, Diego Golombek y Jason Beech. Las 10 propuestas elegidas como finalistas llegaron desde diversas localidades de la provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Chaco, Río Ne- gro y la ciudad de Buenos Aires.
“Quisimos aportar un granito de arena a que este tema tuviera trascendencia pública. Y premiar un proyecto que tenga vivencia práctica en el aula”, dijo en la bienvenida Martín Etchevers, gerente de Comunicaciones externas del Grupo Clarín, al contar el espíritu del concurso de este año que entregó 460.000 pesos en total, de los cuales 250.000 pesos fueron para los ganadores.
La metodología de evaluación fue establecida por las especialistas Mariana Luzuriaga y Mariu Podestá de la Universidad de San Andrés. Y ayer los finalistas estuvieron trabajando en un taller especial dictado por ellas.
Con sólo la voluntad y el amor a la docencia, los profesores de la UTN lograron llevar adelante un proyecto que ayuda a chicos carenciados a tener un futuro mejor. “Nuestra metodología está logrando transformar el aprendizaje de las ciencias duras, que está tan castigada en la escuela secundaria”, dijo Almiña. Los 250.000 mil pesos del premio (50 mil irán para los autores), serán utilizados para “capacitar a docentes con el objetivo de que repliquen lo que estamos haciendo. Y así demostrarles que es posible. Nosotros trabajamos con chicos de sectores muy vulnerables social y económicamente. Y todos pueden. Es simplemente cambiar las formas y transformar las metodologías que se están aplicando hoy en la escuela. E implementar el celular y la tablet que son herramientas que ellos conocen mejor”, agregó Almiña.
Tras la ceremonia, conducida por Canela, Viviana Curatolo explicó: “tratamos que los docentes lleven adelante una enseñanza para que los alumnos aprendan matemáticas y física en forma interdisciplinaria. Que les resulte agradable y la puedan a asociar con la vida”.
La profesora agregó que el proyecto de capacitación docente busca “generar un proceso de desarrollo de modelos matemáticos en contextos reales, en colaboración entre iguales, creando un entorno de aprendizaje personalizado (PLE), que estimule la utilización de la clase invertida y potencie el avance de los procesos cognitivos superiores del aprendizaje, para ser aplicado en las aulas”. La modalidad propuesta para la capacitación es presencial y virtual y tiene como destinatarios los profesores y coordinadores de escuelas medias, técnicas y de comercio de gestión estatal de los alrededores de la Facultad Regional Buenos Aires de la UTN.
En la premiación estuvieron presentes Adriana Arias, directora de comunicaciones Zurich Argentina, Andrea Casajús, una de las ganadoras del premio del año pasado, y Alejandro Finocchiaro, ministro de educación de la Nación, quien dijo que “nosotros tenemos que ser capaces de reinventarnos en el sistema educativo. Dejando de lado todos los miedos que a los docentes nos producen los cambios”. ■