Clarín

Asesinan a un empleado municipal durante un asalto

Lo encontraro­n muerto en su casa, con los pies y las manos atadas. Investigan si conocía al autor del crimen.

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Nadie sabía de él y el martes había faltado a su trabajo en la municipali­dad de San Martín. Cuando fueron a su casa, encontraro­n la puerta entreabier­ta. Del otro lado, en el hall, el cuerpo sin vida de Pablo Ricardo Franco (65). Estaba tirado en el piso boca arriba y atado de pies y manos con una bufanda. La casa, toda revuelta. Por eso la principal hipótesis es que fue víctima de un brutal asalto.

El hecho fue descubiert­o en Félix Ballester 2500, en San Martín, el miércoles, luego de que el hermano de Pablo llamara a la Policía al no poder comunicars­e con él. El hombre trabaja- ba en el área del Archivo municipal, donde ingresó en 1991. Estaba a punto de jubilarse.

Las sospechas comenzaron el martes, cuando en el lugar de trabajo de Pablo notaron que había faltado sin aviso. No lo veían desde el viernes, ya que el lunes en San Martín fue feriado por la conmemorac­ión del aniversari­o del Partido. Los compañeros del hombre se comunicaro­n con su ex pareja, con la que mantenía una buena relación, para saber qué le había ocurrido. Sin noticias de Pablo, llegaron hasta el hermano, que fue hasta la casa con agentes de la comisaría 1° de San Martín, según informaron fuentes policiales a Clarín.

La puerta no tenía signos de violencia pero estaba entreabier­ta. Los médicos de la Policía comprobaro­n que el cadáver, que estaba atado, no tenía heridas de bala ni lesiones y que la causa de muerte, en principio, es asfixia.

El interior de la vivienda estaba revuelto. Aunque no se pudo determinar qué cosas faltaban, los investigad­ores recibieron un un dato clave: el viernes de la semana pasada, los empleados municipale­s cobraron el aguinaldo y un bono especial. Esa informació­n fue pública en el ámbito comunal, por lo que no descartan que alguien haya obtenido el dato y buscara ese dinero.

A cien metros de la casa de Pablo hay una cámara de seguridad que no detectó movimiento­s sospechoso­s que pudieran indicar un asalto violento, informó una fuente del caso.

La principal hipótesis es que el atacante ingresó a la casa con el consentimi­ento de la víctima. Los investigad­ores, bajo las órdenes de un fiscal de turno del departamen­to judicial de San Martín, trabajaron en la escena del crimen para levantar huellas que permitan identifica­r al autor del homicidio. ■

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