En repudio al vandalismo en la Plaza del Congreso
• Pudo observarse con estupor y tristeza el accionar de un importante grupo de vándalos atacando a los efectivos policiales mientras en la Cámara de Diputados se trataba la reforma previsional. Varias decenas de ellos fueron detenidos y al día siguiente liberados.
Según el artículo 18 de la Constitución Nacional se arresta en virtud de orden escrita de autoridad competente. En sintonía con esto, el artículo 13 de la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires establece que la privación de la libertad puede determinarse en caso de flagrante delito con inmediata comunicación al juez.
Con semejante respaldo constitucional y con pruebas más que suficientes sobre los actos de vandalismo cometidos, cabe preguntarse ¿cómo puede ser que al día siguiente ya estén en libertad? Carlos Castriota
ccastriota2004@yahoo.com.ar
• Tengo 76 años, y no recuerdo, y tengo una memoria muy importante, hechos como los ocurridos el día lunes 18 de diciembre. Me dan vergüenza ajena y mucha rabia ver destruida mi ciudad en manos de unos vándalos, delincuentes, que lo único que quieren es sumir a la Argentina en el caos y y la violencia. Una pregunta, ¿quién va a pagar los daños? Yo, con mis impuestos que tienen que ir a hospitales, escuelas. Esta vez, digo que no. Así como vimos que estaba todo orquestado, que diputados incitaban a la violencia, que portaban carteles que los identificaban, pues bien , como cada una de esas organizaciones están representadas en el Parlamento, que se le descuente a cada diputado de su dieta hasta cubrir el monto de los daños ocasionados, me refiero al señor Del Caño, a la señora Donda, al señor Larroque, el señor Moreau. Si sus representados no se sienten así, está de demás que sigan en el Parlamento.
Por una vez seamos un país serio, todos podemos estar o no con este Gobierno, lo que no podemos es seguir con este odio que impulsa una mujer que no puede asimilar que ya pasó su tiempo y le espera otro que le haga pagar por cada una de las tropelías que hizo en forma tan impune. Norma Leis norma.leis@hotmail.com
• Solos. Los dejaron totalmente solos, abandonados y desamparados. No podían defenderse. Las hordas que coparon la Plaza del Congreso estuvieron a punto de cumplir con su cometido. Piedrazos, bombas, agresiones de todo tipo, humillaciones, patadas, trompadas. Todo estuvo a la orden del día. En tanto, la Policía padecía a estos energúmenos. El cinismo de los legisladores K no paraba de asombrar. Rossi y un tal Correa, impresentables por donde se los mire, mentían a sabiendas cuando afirmaban sin ruborizarse que la Policía estaba reprimiendo a los criminales de la plaza; sin embargo las dolorosas imágenes de la televisión mostraban otra cosa.
Los dejamos solos, y una jueza los mandó al matadero. Y lo que faltaba para completar este cuadro desolador: los delincuentes que produ- jeron todo tipo de destrozos ya están sueltos. No hay nadie con sentido común y con coraje que ponga freno a tanta locura. Ni el oficialismo cumplió con su deber de resguardar el orden público ni la oposición intentó apaciguar los ánimos; muy por el contrario, con esa miseria moral que le es natural, echaba nafta al fuego. Fue triste y vergonzoso.
Seguirán los reyes del hampa K adueñándose de las calles, sembrando caos y división en tanto las autoridades se queden con los brazos cruzados. Julio Borda jcfborda@hotmail.com
• En vísperas del debate parlamentario del recálculo previsional, el papa Francisco dio una nota en un diario con el título “Al Papa le duelen los jubilados”. La Pastoral Social de Córdoba pidió a los diputados que voten en contra. La ex gobernadora de Santiago del Estero fundamentó en el debate su voto negativo en una carta que le mandaron sacerdotes de su provincia. En la reunión con Macri, la cúpula episcopal mostró “preocupación” por “la característica de la respuesta de las fuerzas de seguridad”. Ya en 2016, el Papa, en su mensaje a los “movimientos populares”, los llamó a la lucha y habló de posibles “mártires”.
Algún fiscal debería investigar si se está cometiendo el delito del Art. 228 del Código Penal, que sanciona a los que ejecuten órdenes papales sin autorización de los poderes nacionales. Aníbal Baeza a.baeza@baeza.com.ar
• Además de aplicar la ley, que es su tarea, a la Justicia le faltó sentido común. Si los jueces no lo tienen, da lo mismo que estén. Se podría utilizar una computadora y que imprima la pena poniendo la ley que fue infringida.
En lugar de dejar libres a los violentos del vandalismo del Congreso, deberían penalizarlos con el trabajo de levantar los escombros y a sus partidos políticos correr con el gasto del arreglo. El accionar de la Justicia es lamentable. José Lenczner jomalen@hotmail.com
• En estos días me cansé de escuchar hablar, casi llorando, a los diputados de los “pobres jubilados”, siendo ellos con sus fabulosos sueldos los primeros que nos roban.
Cuando se jubilen, ¿a cuánto asciende la tajada feroz que entre todos le sacan a la ANSeS con sus jubilaciones de privilegio? En esta semana estuvieron luchando por nosotros, “los pobres viejitos”, pero a ninguno de los diputados se le ocurrió ofrecer un mes de su sueldo para nosotros, los más viejitos. Lidia Palmano lidiapalmano@gmail.com