Y el petróleo, también
A través de un video en su cuenta de Facebook, el ex presidente se disculpó con los peruanos a los que defraudó. Hoy se prevén nuevas marchas de protesta en Lima.
A la represión, falta de alimentos y medicamentos, ahora el régimen de Maduro le sumó el racionamiento de combustibles en varios Estados. Justamente, en un país que fue potencia petrolera.
Tras ser indultado, el ex presidente de Perú, Alberto Fujimori, pidió perdón “de corazón” a través de un video, lo que aumentó la indignación de muchos peruanos que marcharon ayer en señal de repudio, mientras organismos internacionales rechazaron tajantes ese acto de clemencia hacia el condenado. Fujimori difundió un video a través de su cuenta oficial en Facebook, a dos días de haber recibido el indulto y el derecho de gracia por razones humanitarias de parte del actual mandatario peruano, Pedro Pablo Kuczynski.
“Soy conciente que los resultados durante mi Gobierno de una parte fueron bien recibidos. Pero reconozco, por otro lado, que he defraudado también a otros compatriotas. A ellos les pido perdón de todo corazón”, se le escucha decir a Fujimori desde su lecho de enfermo.
El último sábado Fujimori fue trasladado desde el penal de Barbadillo, en Ate, hasta la clínica Centenario, en Pueblo Libre (lima), a causa de la caída de su presión arterial y una arritmia cardíaca. El ex presidente de Perú, que gobernó de 1990 a 2000, fue sentenciado a 25 años de cárcel por los crímenes de Barrios Altos y La Cantuta, en 1991 y 1992, en los que fueron asesinadas unas 25 personas por escuadrones de la muerte comandados por su mano derecha, el ex jefe de los espías, Vladimiro Montesinos.
En tanto, las calles céntricas de la capital Lima y otras ciudades se llenaron de manifestantes que protestaron contra el acto de clemencia injustificada y que no siguió los procedimientos habituales.
La noticia de la liberación de Fujimori provocó una crisis política en el gobierno de Kuczynski, sobre todo porque ocurrió poco después de que el Congreso desestimara su destitución con la abstención determinante de un sector de Fuerza Popular, que dirige Keiko Fujimori, hija del exmandatario.Pero no fue ella la que tuvo la llave de la salvación, sino su hermano Kenji, congresista, quien junto con otros oche legisladores se abstuvieron en la votación.
En su mensaje de ayer por la mañana, Fujimori aseguró que la medida ordenada por Kuczynski le sorprendió y le causó “un fuerte impacto en el que se mezclan sentimientos de extrema alegría y al mismo tiempo de pesares”.
”Muchas gracias, presidente Kuczynski, por este gesto magnánimo que me ha reconfortado. Desde este lugar me aúno a las esperanzas de todos los que luchan por la grandeza del país. Porque para los peruanos, el Perú está primero”, dijo.
Kuczynski defendió en un mensaje al país la medida que puso en libertad al ex mandatario, aunque reconoció que esa decisión fue “quizás la más difícil” de su vida.
También pareció dirigirse a los manifestantes que protestaron por la medida. “No nos dejemos llevar por el odio, no paralicemos nuestro país, pasemos esta página y trabajemos juntos por nuestro futuro”, reclamó Kuczynski. El indulto, además, comenzó a debilitar el grupo parlamentario del oficialismo con su primera renuncia y generó la convocatoria de más manifestaciones en protesta por la liberación del ex gobernante.
El congresista Alberto De Belaúnde, del oficialista Peruanos Por el Kambio (PPK), formalizó su renuncia al grupo parlamentario, tal como había anunciado el domingo 24, por su disconformidad con el indulto que exime a Fujimori de cumplir los 15 años de su condena de 25 años de cárcel. Además de De Belaúnde, los también parlamentarios oficialistas Vicente Zeballos, quien actuaba como portavoz del grupo, y Gino Costa anunciaron su renuncia a la bancada de Kuczynski, pendiente de formalizarse en los próximos días.
Con esas tres deserciones, el partido de Kuczynski se quedará con solo quince congresistas en un hemiciclo de 130 escaños que controla con mayoría absoluta el fujimorismo.
Durante esta semana también se espera que se sucedan más manifestaciones contra el indulto a Fujimori, similares a las que ya acontecieron en esta Navidad, cuando miles de personas salieron a las calles para pedir el regreso del expresidente a la prisión. La más multitudinaria se celebrará el jueves por la tarde en Lima, donde este lunes navideño se produjeron algunos choques entre manifestantes y la Policía Nacional del Perú (PNP) para impedir que las movilizaciones se dirigieran hacia el Palacio de Gobierno, sede del Ejecutivo, o a la clínica donde está Fujimori.
El Ministerio de Justicia afirmó que “se actuó con veracidad y apego a las normas” en el proceso de indulto. El organismo llegó a la conclusión de que Fujimori es “una persona que padece de una enfermedad no terminal grave, que se encuentra en etapa avanzada, progresiva, degenerativa e incurable”. Además, que las condiciones carcelarias colocaban “en grave riesgo su vida, salud e integridad”, por lo que recomendó la concesión del indulto y derecho de gracia por razones humanitarias. Tras el indulto, Fujimori mejoró notablemente, dejó ayer la sala de cuidados intensivos y pasó a la de cuidados intermedios de la clínica en donde está internado desde el viernes. ■