Con Moyano y Barrionuevo, la CGT se reunió para evitar su cisma
La atmósfera rupturista de la CGT, que se nutre de las internas domésticas y del deseo -proactivo- del Gobierno de que implosione el triunvirato, lograron que Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, dos jefes que habían dejado de participar “en persona” en las juntadas cegetistas, vuelvan a ponerle el cuerpo a una cumbre.
El efecto post Navidad no alcanzó, sin embargo, para que Armando Cavalieri, “El Gitano” que comanda el sindicato de Comercio, se siente en la mesa que armó Gerardo Martínez en la UOCRA para respaldar a los triunviros y dar una señal de unidad en la central. Ese mensaje se envió aunque con una concurrencia parcial y con un plazo específico: “para pasar el verano”.
El dato es que además de Cavalieri también faltó Héctor Daer, el “Gordo” de la conducción triple que se disculpó por teléfono con Carlos Acuña que compartió reunión con Juan Carlos Schmid. Daer dijo que tenía un problema personal pero esos faltazos se atribuyeron a sus chispazos con Moyano.
Estaban, en cambio, dos referentes fuertes del transporte: Roberto Fernández de UTA y Omar Maturano, de la Fraternidad. Y Andrés Rodríguez de UPCN. El menú: sandwichs, empanadas y café. El clima de la reunión: pases de facturas, reproches, un poco de futurismo. “Yo organicé el paro de los aviones”, se ufanó Barrionuevo en referencia al desempeño de Ricardo Cirielli, uno de los gremios aeronáuticos que paró la semana pasada contra la reforma previsional. El resto de la mesa lo juzgó, de mínima, una exageración.
Ese martes, UTA no paró y los maquinistas sí. La disparidad visibilizó los desencuentros dentro de la CGT que tocaron su punto máximo con la renuncia de Francisco “Barba” Gutiérrez a la cúpula cegetista, lugar que correspondía a la UOM.
Antonio Caló, jefe de los metalúrgicos, había sido anunciado como cófrade de la juntada de la UOCRA pero no fue. Llamó a Acuña para decirle que no iría pero que su gremio defendía la postura de la unidad y la continuidad del triunvirato. Le dijo lo que más temprano, la UOM dijo oficial- mente: no abandona la CGT pero no participará, a priori, activamente de la discusiones.
Los cumbristas de la UOCRA acordaron, además del mensaje de unidad, armar la convocatoria al confederal para fines de febrero o marzo. En estas semanas dejarán correr nombres e intenciones. ■