Habrá 62 radares para el control en las rutas a la Costa
Se instalaron más de 60 equipos para detectar excesos de velocidad. El costo total de los peajes pasó de $ 90 a $ 150.
Son de la Provincia y de los municipios que se fueron agregando para dectectar infracciones. Las multas pueden costar entre $ 3.880 y $ 25.900 para los reincidentes.
Precaución, mucha atención y algo más de dinero. Los turistas que empiezan a planificar sus vacaciones en la Costa este verano -que muchos pegarán al festejo de Año Nuevo- deberán completar sus valijas con esos elementos para evitar complicaciones en el viaje. En los principales caminos que llevan desde la zona metropolitana a las ciudades del Atlántico habrá 62 radares que detectan excesos de velocidad. Dos de las rutas más transitadas -la 56 y un tramo de la 11- están en plena obra de ampliación. Y desde hace dos semanas el peaje en la concesión del corredor vial pasó de 90 a 150 pesos para todo el recorrido. También se incrementó la tarifa en el primer tramo de la salida desde Capital Federal: la autopista a La Plata cuesta $ 50 en los horarios pico, un 70% más.
Desde hace casi una década los senderos que llevan al mar tienen controles de velocidad electrónicos. Los incorporó el gobierno provincial después de una adecuación a la ley de tránsito. Se instalaron 17 cinemómetros en sectores críticos de las rutas 11, 36 y 215, la Autovía 2 y la autopista Buenos Aires-La Plata.
Pero en los últimos años los municipios también se sumaron al sistema de verificación electrónico. Con mayor interés lo promovieron las ciudades que están camino a los centros de esparcimiento estival. Así, por caso, Chascomús pidió la homologación de 8 aparatos que están ubicados en los 13 kilómetros de ruta 2 que pasan por la ciudad. Lo mismo hicieron las autoridades de General Madariaga, que ubicaron 7 aparatos: seis sobre la ruta 74 y uno en la 11. El municipio de Dolores habilitó otros 7 para las rutas 2 y 63, Lezama colocó 6 y lo mismo hizo Mar Chiquita.
Se presenta como una política de seguridad vial, pero también representa un filón económico para las arcas estatales. Es que cada infracción detectada por los instrumentos de medición representan multas de entre $ 3.880 y $ 25.900. El máximo se podría aplicar para reincidentes o para casos de extrema gravedad, según la evaluación de los jueces de faltas que intervengan en el proceso. En la temporada pasada se labraron más e 16 mil actas por los excesos.
“No tienen un objetivo recaudatorio. Nosotros decimos: si se respetan las velocidades, no hay multas”, explicaron a Clarín en el ministerio de Gobierno provincial. Además, los funcionarios tienen previsto cargar la ubicación de cada equipo en la página www.gob.gba.gov.ar. Y constatar que los sistemas estén homologados. El artículo 28 bis de la ley de Tránsito establece que debe haber un cartel indicador de cada cinemómetro 500 metros antes de su ubicación.
Los conductores tendrán que tener los ojos bien abiertos, también por otros motivos. En la 11 se está ejecutando la segunda calzada en el tramo General Conesa y Mar de Ajó, pasando por San Clemente del Tuyú. En total, serán 96 km de pavimentación. Aunque las obras se detienen en estos días de mayor tránsito, el 8 de enero las máquinas vuelven al trabajo. “Habrá desvíos, reducciones y señalización, pero puede haber demoras en el paso”, reconocen los técnicos de Vialidad que realizan los trabajos
En la ruta 56, se construye la doble calzada en 62 km que corresponden al tramo Conesa–Madariaga. Se prevé que una vez terminadas las obras, los accidentes de tránsito se reduzcan en un 80%, dado que la mayoría se produce frontalmente. En todos los casos, se dispondrá de personal para orientar el tránsito y la información sobre las condiciones de circulación se actualizan e informan a través de una emisora (Radio 2, fm 107.1, de la concesionaria Aubasa).
Este año, los dueños de autos radicados en CABA tendrán que tener al día la VTV. Los inspectores están habilitados para requerirla. En caso e incumplimiento, la infracción puede derivar en una multa de $ 7.500 ■