Rusia le exige a Estados Unidos que abandone Siria tras finalizar la guerra
Dentro del marco de disputa que hay entre las potencias por el control de regiones de Oriente Medio, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, consideró que las fuerzas de Estados Unidos debe abandonar Siria en cuanto sean eliminado los últimos focos yihadistas.
Sus palabras tienen lugar después de las declaraciones del secretario de Defensa de EE.UU., James Mattis, quien señaló que Washington planea mantener sus tropas en el país árabe hasta “alcanzar progresos en el arreglo político” del conflicto.
“Pareciera que Washington se arroga el derecho de determinar el grado de dicho progreso y quiere conservar una parte del territorio sirio hasta que no obtenga el resultado necesario. Así no se hacen las cosas”, salió al cruce Lavrov. “Consideramos que los estadounidenses deben abandonar territorio sirio en cuanto sean liquidados los últimos focos de actividad terrorista, para lo que falta muy po- co”, agregó.
El diplomático ruso recordó que Damasco -un aliado de Rusia y de Irán- nunca invitó a las tropas de la coalición encabezada por Washington y que el Consejo de Seguridad de la ONU tampoco autorizó su despliegue en el país árabe.
La ayuda militar rusa y las milicias enviadas por Irán fueron fundamentales para que las tropas del régimen de Bashar al Assad eliminaran al ISIS de todo el centro y oeste de Siria. Las fuerzas de la coalición liderara por Estados Unidos, en tanto, actuaron en el este y norte del país respaldando a milicias sirias rebeldes y a las tropas kurdas.
A mediados de diciembre el presidente ruso, Vladímir Putin, anunció la “completa derrota” del ISIS en Siria tras lo que viajó por vez primera a ese país. En esa ocasión, en la que se mostró con Al Assad, aseguró que ordenó “empezar a retirar a los grupos o tropas rusas de forma permanente”.
Permanecerán en el país árabe las unidades militares rusas que integran las bases del puerto de Tartus y del aeródromo de Jmeimim, además del centro de reconciliación de fuerzas y tres batallones de policía militar que se encargarán de garantizar la seguridad en las zonas de distensión.
Ayer Putin confirmó esa medida en un acto donde le dio la bienveni- da a Rusia a las tropas que combatieron en Siria. “En el suelo de Siria quedaron y van a actuar de manera permanente dos puntos de emplazamiento rusos: en el aeródromo Jmeimim y el puerto de Tartus”, dijo Putin. Según el presidente ruso, esos emplazamientos son un importante factor de defensa de los intereses nacionales del país y “garantizan la seguridad de Rusia en una de las direcciones estratégicas claves”.
La centralidad de Rusia en la guerra civil de Siria no se limita al despliegue militar. A fines de enero se iniciarán en la ciudad rusa de Sochi una ronda de negociaciones impulsada por Moscú, Turquía e Irán, con una agenda que estará centrada en discutir la celebración de elecciones libres y posiblemente la reforma de la Constitución siria. Aunque aún el diálogo avanza muy lento. ■