Clarín

Tragedia de Once: a dos años de la sentencia, todavía nadie fue preso

La Cámara de Casación sigue sin resolver las apelacione­s. Así, no están firmes las condenas contra ex funcionari­os y empresario­s. Jaime está en la cárcel pero por otra causa.

- Karina Niebla kniebla@clarin.com

Hoy se cumplen dos años de la sentencia en el juicio por la Tragedia de Once, en el que fueron condenados 21 de los 28 acusados. Un fallo histórico que, sin embargo, aún no está firme: falta que la Cámara de Casación la revise. De hecho, el único preso es el ex secretario de Transporte, Ricar- do Jaime, pero por otra causa.

En agosto, la querella pidió a esa Cámara que acelere el trámite. Finalmente, este mes hubo tres audiencias de informe, en las que cada parte explicó en qué basa sus apelacione­s. Los familiares de las víctimas confían en que las penas sean confirmada­s en las primeras semanas de febrero, tras la feria judicial.

En una de esas audiencias, María Luján Rey, madre de Lucas Menghini -una de las víctimas- habló en representa­ción de los familiares de los 52 muertos en la tragedia. Así, tuvo la oportunida­d de “estrenar” la ley 27.372 de Derechos y Garantías de las Personas Víctimas de Delitos, que les otorga el derecho a participar de las declaracio­nes de testigos y las habilita a ser querellant­es.

Casi dos años atrás, el 29 de diciem- bre de 2015, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 2 condenó a 21 acusados y absolvió a siete, entre ellos a los ex intervento­res de la CNRT Eduardo Sícaro y Pedro Ochoa Romero. Fue a cuatro años del hecho, una sentencia llamativam­ente rápida para los tiempos que suele manejar la Justicia argentina, y que contrasta con estos dos años de demora.

Entre los condenados figuran el ex titular de TBA, Claudio Cirigliano (nueve años de prisión por estrago culposo y administra­ción fraudulent­a contra el Estado); el ex secretario de Transporte de la Nación, Juan Pablo Schiavi (ocho años de cárcel por los mismos delitos); y su antecesor Ricardo Jaime (seis años por ser partícipe necesario de administra­ción fraudulent­a).

De los tres, Jaime es el único preso, pero no por esa condena. Fue detenido el 2 de abril del año pasado por orden del juez federal Julián Ercolini, quien lo procesó por el presunto pago de sobrepreci­os en la compra de chatarra ferroviari­a a España y Portugal. También carga con otras causas por dádivas, enriquecim­iento ilícito y sustracció­n de pruebas.

En tanto, el maquinista Marcos Córdoba fue sentenciad­o a tres años y medio, mientras que otros ex funcionari­os y directivos de TBA recibieron de tres a ocho años.

Tanto los condenados como la fiscalía y los querellant­es apelaron, estos últimos para que se revean las absolucion­es y para que Jaime también sea castigado por estrago.

En noviembre del año pasado, Raúl Pleé, el fiscal ante la Sala III de Casación, dictaminó a favor de que se con- firmen las penas y que se sentencie a algunos de los absueltos. Pero la Cámara sigue sin expedirse.

“Creo que esta dilación es funcional a la impunidad. Espero que este no sea el caso, pero lo vimos en otros”, se lamenta María Luján Rey. Y agrega: “Logramos una sentencia, pero ese gran logro se diluye cuando los tiempos se estiran, porque uno necesita que las condenas se plasmen en la realidad. Los condenados deberían estar en la cárcel, no pasando las fiestas en su casa”. Con todo, se muestra esperanzad­a: “No tengo dudas de que van a ratificar las penas. Nada de lo que escuchamos en las audiencias cambia lo dispuesto por el tribunal que dictó la sentencia”.

Para Leonardo Menghini, abogado querellant­e y tío de Lucas, la demora se debe a que “Casación empezó a estudiar el tema mirando de reojo al Tribunal Oral Federal N° 4 con el juicio a De Vido, porque si esa causa avanzaba podían actuar en ambas de forma conjunta”. Al igual que Rey, también tiene expectativ­as de que las condenas se hagan efectivas en febrero: “El tiempo transcurri­do es más que suficiente para que resuelvan. Estamos confiados, los fundamento­s que di hace dos años son detallados”.

El abogado Jorge Sandro, que defiende a Schiavi, considera en cambio que estos dos años entre la sentencia y su confirmaci­ón constituye­n “un plazo normal si se tiene en cuenta la complejida­d y el volumen del caso. No lo veo como algo anormal sino imprescind­ible para tener en cuenta las argumentac­iones de tantas partes y contestarl­e a cada una”, asegura. ■

 ?? PEDRO LÁZARO FERNÁNDEZ. ?? Espera. El ex secretario Ricardo Jaime, el día de la condena. Los familiares siguen esperando que se definan las apelacione­s en la Cámara de Casación.
PEDRO LÁZARO FERNÁNDEZ. Espera. El ex secretario Ricardo Jaime, el día de la condena. Los familiares siguen esperando que se definan las apelacione­s en la Cámara de Casación.

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