La renovación del campeón arrancó por las bandas, el lugar menos pensado
Por el lado derecho hubo compras fallidas. Por el izquierdo, resultó insuficiente el aporte de las Inferiores.
¿En qué puestos debe reforzarse un equipo que fue campeón y también puntero del fútbol argentino desde hace más de un año? Como siempre se puede mejorar, se apuesta a retocar puntos débiles, a potenciarse en sitios clave o bien a pegar un salto de jerarquía para ir detrás de objetivos mayores. Pero el Boca de Barros Schelotto irrumpió en el mercado por un lugar impensado: los laterales. El primer refuerzo es Julio Buffarini (el club compró la mitad de su ficha en 550 mil dólares, con un compromiso de adquirir otro 30 por ciento y un plus por partidos jugados), quien ocupará el lateral derecho que dejó huérfano Leo Jara por su lesión (desprendimiento en el aductor medio izquierdo) justo antes del receso. Detrás de él, Gino Peruzzi no volvió a ofrecer garantías para el cuerpo técnico y se le buscará salida.
En esa parte de la defensa Boca viene probando desde hace tiempo. Es que desde la pérdida de Hugo Ibarra, en 2010, sumó en distintos mercados a Christian Cellay, Franco Sosa, Emiliano Albín, Hernán Grana y José Pe- dro Fuenzalida. Los últimos fueron Peruzzi y Jara. De las Inferiores surgió Leandro Marín, pero no rindió. Ahora está el ex San Lorenzo y con su llegada casi seguro partirá Nahuel Molina Lucero, quien debutó con Arruabarrena en 2016 y a quien siguen Defensa y Justicia y Tigre.
Pero no alcanza. El club está cerca de cerrar la compra de Emmanuel Mas, quien el fin de semana llegará a la Argentina para pasar fin de año en su San Juan natal. Luego, si todos los detalles económicos terminan de cerrarse, se incorporará a la pretemporada que el plantel iniciará el martes en Cardales. El club comprará parte de su ficha al Trabzonspor turco porque es difícil que luego de la Copa del Mundo siga Frank Fabra, quien tiene opciones del fútbol europeo. Con Mas y Buffarini, Boca y Guillermo tendrán a los laterales campeones de América con San Lorenzo en 2014. Dos apellidos que, además, Edgardo Bauza llevó a la Selección Argentina y que se ilusionan con el Mundial de Rusia, pese a que los ojos de Jorge Sampaoli por ahora no se posaron sobre ellos.
A diferencia de lo que pasó en la banda derecha, en el sector izquierdo Boca apostó por chicos de Inferio- res. Desde que emigró Clemente Rodríguez vinieron Emanuel Insúa, Nahuel Zárate y Fernando Evangelista (hoy, parte del plantel), además de incluir a jugadores como Nicolás Colazo o Juan Sánchez Miño. Pero ninguno terminó por convencer, hasta la vuelta de Luciano Monzón. En 2016 llegaron Fabra y Jonathan Silva, dos futbolistas que aportaron a su manera en el campeón del 2017. El colombiano, con proyecciones ofensivas; Silva, con su aparición en la recta final para sumarle solidez a la última línea. Ahora se acerca Mas, por lo que la tendencia de buscar afuera lo que no se consolida adentro también creció por la izquierda. Un detalle: en el último lustro también llegaron trece marcadores centrales y ahora se negocia por otro, pese a que se condolidó la dupla Goltz-Magallán. ■