Un megaemprendimiento que encendió las alarmas
El proyecto que terminó de poner en alerta a los vecinos de Parque Leloir es un megaemprendimiento de usos mixtos que se llevará a cabo sobre un terreno de 2,5 hectáreas. Constará de locales gastronómicos, banco, gimnasio, centro de convenciones, un hotel-resort, viviendas y más de 600 cocheras subterráneas. Así describe Fernando Romay, de Romay Desarrollos Inmobiliarios, lo que en breve transformará para siempre la avenida Martín Fierro y todo el barrio.
“Parque Leloir es el corredor comercial y polo gastronómico de mayor crecimiento en el Oeste y el próximo destino turístico de fin de semana -sostiene el empresario-. Negar el desarrollo de la zona es no ver la realidad. El compromiso es desarrollar de manera planificada, sustentable y con las puertas abiertas a la comunidad. La nuestra es la mayor inver- sión de capital en la historia del partido de Ituzaingó”, asegura Romay, que trabaja mayormente en la zona.
El desarrollador informó a Clarín que en las 2,5 hectáreas censaron 200 árboles: 120 están protegidos por ley y no se pueden tocar. El resto correrá diferente suerte, algunos no podrán salvarse porque se encuentran en mal estado y otros se quitarán con el compromiso de plantar otros 100, además de aportar especies para el vivero municipal.
La obra arrancaría en el segundo semestre y duraría 30 meses. La inversión ronda los 100 millones de dólares, informó Romay.
Justamente la enormidad del emprendimiento es coincidente con la preocupación de los vecinos. “El Parque Pereyra Iraola, Parque Leloir y Campo de Mayo son los mayores polos de absorción de aguas de lluvia. La transformación de estos lugares en cemento produce que el agua escurra a barrios más bajos, habitual- mente los barrios mas pobres. Estas excepciones no solo vulneran las leyes municipales, sino también la ley de tierras de la Provincia. Es una forma de gobierno muy preocupante”, opina María Ángeles Riviere, una jubilada que hace cinco años se mudó al barrio en busca de tranquilidad.
Esta vecina se asesoró con los principales constitucionalistas para comprender el entramado de leyes que podrían proteger a Parque Leloir. “Personalmente no tengo problema con los empresarios o inversores: es una cuestión de gobierno. Esta forma de exceptuar es inconstitucional. Los poderes legislativos y ejecutivos municipales no tienen la mínima intención de cumplir las ordenanzas vigentes”, se lamenta.
Los cambios en Parque Leloir también tienen que ver con que en las últimas décadas dejó de ser una zona de residencias de fin de semana para tener una población establecida de manera fija en el lugar. ■